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Hu Xian: la armonía de las cuerdas musicales. Sun Xintang

sun-xintang"La nueva poesía china, escrita en lenguaje chino moderno, tiene poco más de cien años de vida y está en plena adolescencia…". Escribe Sun Xintang sobre la poesía contemporánea China. El ensayo incluye una muestra poética de Hu Xian.

 

 

 

Hu Xian: la armonía de las cuerdas musicales
Sun Xintang

        El pasado noviembre de 2021 tuve la oportunidad de coordinar la participación del poeta chino Hu Xian en la "Semana de Cultura China de Mendoza", organizada por la Universidad de Congreso, Argentina. En la sesión de poesía, Hu leyó unas obras y conversó con los poetas argentinos Leopoldo Castilla y Graciela Maturo. Esta última comentó: "Hu Xian es un gran poeta formado en la doble escuela de Oriente y Occidente. Este cruce le ha permitido acercar la Tierra y el Cielo, la vida sensible –la mirada de los ojos- y la sabiduría interior que son los ojos del alma." Me impresionó estas palabras, pues "este cruce" ha sido exactamente el camino más acertado que está recorriedo la poesía china contemporánea.

        La nueva poesía china, escrita en lenguaje chino moderno, tiene poco más de cien años de vida y está en plena adolescencia en comparación con la milenaria poesía china tradicional o clásica. No obstante lo anterior, la nueva poesía china goza de un gran vigor y desarrollo, y tiene una gran recepción entre los lectores chinos y del resto del mundo, América Latina incluida. Esta poesía cuenta con centenares de tendencias poéticas, numerosas revistas que la difunden y cerca de 4.000 antologías que se publican cada año. Millones de autores componen esta nueva poesía y entre todos ellos, Hu Xian es una de las voces más destacadas, originales y mejor acogidas por la crítica literaria de su país.

        Hu Xian es el seudónimo del poeta, ensayista y editor Hu Chuanyi. Nació en 1966 en un pueblo pequeño en el condado Tongshan, provincia de Jiangsu, donde cruza el antiguo cauce del río Amarillo (Huanghe). Vivió la infancia en su pueblo natal y sus primeras motivaciones literarias las recibió de su abuelo, quien era guardabosque y cuentacuentos. Hu Xian estudió en la Escuela Pedagógica de Peixian y trabajó por 10 años de maestro en una escuela local. Durante esos años empezó a escribir y publicó sus primeros poemas en 1991 en la revista Flores de lluvia (Yuhua). Más tarde trabajó de periodista, de funcionario en el Centro Cultural de Tongshan y de editor de Poesía Yangtzé, una de las revistas de poesía más importantes de China. Actualmente es editor en jefe de esta revista bimensual, vicepresidente de la Sociedad de Poesía de China y vicepresidente de la Asociación de Escritores de Jiangsu. Vive en Nanjing, capital de la provincia, desde hace quince años. En las últimas dos décadas, Hu Xian ha publicado los libros de poesía Lámpara de diez años (2007), Los aguaceros (2010), En busca de la tinta (2015), Reloj de arena (2016), Escalera vacía (2017), Calmando las olas (2021), y los libros de ensayo Notas sobre las verduras (2008), Gente que nunca podrá volver a su tierra (2016), entre otros. Ha sido galardonado con los premios "Diez Mejores Poetas Jóvenes del Nuevo Siglo" (2009), los premios de poesía Wei Yiduo (2011), Xu Zhimo (2012), Rou Gang (2014), Revista Poesía (2014), Academia de Letras Tencent (2016), poeta del año Huadi (2018), poeta del año de la revista Estrellas (2018), premio Octubre (2018), también el célebre premio Lu Xun (2018). La Universidad de Beijing organizó en diciembre de 2017 un seminario sobre las creaciones poéticas de Hu Xian. En 2020 el poeta participó en el Festival Internacional de Poesía en el Caribe, el Festival Internacional de Poesía de la Ciudad de México y el Festival Internacional de Poesía de Costa Rica. Sus obras han sido traducidas al inglés, francés, español, ruso y coreano, entre otros idiomas.

        Los poemas de Hu Xian parten de las experiencias cotidianas y son capaces de captar detalles de la vida que a la mayoría de la gente no les llama la atención. Hu tiene un corazón sensible, meticuloso y muy resistente para apreciar el mundo y todas las cosas que hay en él. En su poesía refleja descubrimientos originales que van más allá de la descripción de las circunstancias o los ambientes. Su lenguaje es elegante e ingenioso. Tiene una imaginación original y expone reflexiones en las que vincula la realidad con la historia, el pasado y el futuro. Hu es un poeta que observa su entorno con tranquilidad mientras piensa, medita y compara, como lo hicieron Tao Yuanming, Wang Wei y tantos otros grandes poetas chinos clásicos a lo largo de la historia. Una vez que observa a su alrededor, el poeta toma distancia, decanta sus sensaciones y deja hablar a sus versos, lo que lo asocia a prestigiosos poetas modernos como Bian Zhilin, también uno de los que han combinado mejor las tradiciones poéticas chinas y la influencia occidental. Hu dice en una entrevista:

 "En mi poesía, la observación abarca la vista fría, la vista de la mente y la vista del interior. La primera es una visión física, es decir, lo que ven los ojos. Las últimas dos son más bien lo que ve el alma: parece que son alcances de la mirada, pero en realidad son imágenes producidas por reflexiones abstractas, son ejercicios sicológicos, como traducir las imágenes reales en sombras. Esto justamente es la tarea de la poesía".

            En el poema "Insectos en el ámbar" (publicado en La Otra, julio de 2020), por ejemplo, el poeta explica que las tres vistas coexisten, uniendo las condiciones del hombre y del insecto, para estructurar un espacio en el que conviven los diversos sentidos, se avienen la realidad y la fantasía, de modo que un objeto se complemente con la imaginación y adquiera significados más allá de la imagen, así consiguiendo hablar en nombre de la naturaleza. Este poema y muchos otros de Hu "encierran una expresión en nombre de la naturaleza" (cita de la poeta colombiana Tallulah Flores), y cada poema ha sido un intento de historia inverosímil del objeto: "Para mí, —dice el autor —un objeto solo por medio de su historia puede expresarse y nos abre sus connotaciones".
Hu Xian es un poeta viajero que recorre la tierra y el cielo; camina de la historia al futuro y transita entre lo conocido y lo que permanece incógnito. En la segunda parte de este libro podemos leer poemas que llevan bastantes marcas geográficas del país, desde su propia ciudad Nanjing hasta el vasto interior de China, de los paisajes naturales a los monumentos históricos. Estos trabajos, sin embargo, no son meras descripciones paisajísticas de lo que observa, sino una celebración integral pero efectiva de las informaciones históricas, conocimientos culturales y realidad humana que atañen al objeto. En años pasados hice una decena de visitas a las grutas budistas de Longmen, ubicadas en la ciudad de Luoyang donde estudié mi carrera universitaria y trabajé de profesor de español, pero el poema "Las grutas budistas de Longmen" que Hu escribió sobre estas reliquias antiguas me impresionó sobremanera, por la perspectiva adoptada sobre las relaciones entre la piedra y Buda, entre el hombre y el hacha. La lectura de estos pocos versos que presentan una existencia compuesta y la mutación del tiempo-espacio de múltiples niveles, me renueva las experiencias establecidas y me produce un nuevo sentir hacia una cosa ya tan familiarizada.

        La palabra china "huxian", seudónimo del poeta, hace referencia a un instrumento musical de cuerda que se emplea en el norte de China, extenso territorio árido pero escenario de grandes héroes a lo largo de la historia. Se trata de una metáfora: para él, igual que un instrumento que tiene pocas cuerdas, un poema presenta un número finito de versos, pero dentro de esas líneas limitadas está algo infinito que buscamos.
El poeta mexicano Octavio Paz afirma que "las imágenes se oyen", y al leer a Hu Xian descubrimos que los objetos cotidianos cobran voz y notas, variadas y persistentes, transmitiendo experiencias únicas a la imaginación y a los sentidos del lector como si fueran parte de una nueva pieza musical.

        El poeta Hu dice que una vez escrito un poema éste tiene su propio destino, más allá de la voluntad de control o los deseos de su autor. "El tiempo tiene la palabra, pero no obstante eso, a un poeta le importa mucho las coincidencias con almas gemelas que pueda encontrar a lo largo de los años".

        De hecho, la poesía de Hu Xian está al encuentro de buenos lectores en la amplia tierra latinoamericana. A partir de 2019, ha estado en Argentina y Chile, participó en los festivales de poesía del Caribe (Barranquilla), de Medellín, de Costa Rica y de la Ciudad de México. Ha publicado dos antologías bilingües chino-español Estrellas en movimiento (San José, Costa Rica, 2020) e Insecto en el ámbar (Buenos Aires 2021), ambas de mi traducción al español. El poeta costarricense Norberto Salinas, al mismo tiempo editor del primer libro, no escatimó sus elogios porque ha encontrado a "un poeta de primer nivel". Héctor Dante Cincotta, premio nacional de poesía de Argentina, apunta que estas antologías "representan la excelente muestra para conocer más profundo la poesía china contemporánea, con recuerdos de Chuang Tzu". En fin, las cuerdas poéticas de Hu Xian están cruzando fronteras de más países para llegar, del Oriente al Occidente, a este mundo hispanoamericano.

 

POEMAS DE HU XIAN
TRADUCCIÓN DE SUN XINTANG

 

LAS GRUTAS BUDISTAS DE LONGMEN

Una piedra, para ser Buda, necesita someterse al cuchillo y al hacha.
Y Buda en este mundo humano, tampoco se ha librado de cuchilladas y machetazos.
El río Yi corre rápido y las cuevas tienen profundidades.
Buda, de ojos compasivos y rostro piadoso, recibe inciensos y cultos
pero también rencores de dientes apretados.
"Los mismos cuchillos y hachas siempre pertenecen a diferentes razas…"
Buda está en el reino budista, el hombre se encuentra en la otra orilla
y en el medio se ven los reflejos y los sonidos de las piedras al quebrarse.
Los que portan cuchillos, los que se arrodillan
ante la estatua de Buda sin cabeza
fueron alguna vez hombres atrapados en un callejón sin salida.

 

EN NANJING

En Nanjing, me gusta escuchar
las campanadas del Templo Jinghai. Si decido

esquivar los ruidos de la gente,
por ejemplo, evitarlos a las ocho de la mañana,
prefiero caminar por las avenidas Yihe o Luojia.
He recogido hojas caídas, en algún instante
cartas enviadas por alguien no identificado.

A veces, en el restaurante giratorio
observo desde arriba la ciudad, como un cielo estrellado,
sus centros cambiantes entre luces y sombras,
rotando lentamente.

A la orilla del río, o en el camino de los elefantes de piedra,
todo lo que surge ante mis ojos
parece revelar una ignota lejanía.
Diviso la montaña Zhongshan, donde hay pabellones y alturas verdes,
parecen contener en sí mismos las antípodas del mundo.

 

INSECTO EN EL ÁMBAR

Él sabe observar ahora, como también lo sabía al momento de morir.
La lenta solidificación le quitó la ansiedad y el miedo inicial.
Incluso se ve más vivo después de su muerte.

"Estás casi vivo", se dice a sí mismo: "salvo no poder
moverte ni envejecer, todo está igual que antes."

Le parece curioso tener nuevas ideas.
Como no puede almacenarlas en la quietud absoluta que lo rodea,
las mantiene en el fondo de su corazón
para que no se las traguen.

La luz proyecta su sombra como un deseo en el mundo exterior.
Sus ojos compuestos ven innumerables deseos, por ejemplo:
Debajo de sus pies inmóviles, siempre está colocada una escalera
brillante, casi invisible, moviéndose lentamente
y confundiendo su larga quietud por un breve instante.

 

 

Sun Xintang 孙新堂, profesor de la Universidad de Lengua y Cultura de Beijing y profesor honorario de la universidad de Congreso (Argentina). Fue subdirector del Centro Regional de Institutos Confucio para América Latina, director del Instituto Confucio en la UNAM (México), director del Departamento de Español de la Universidad de Lengua y Cultura de Beijing, China.  Es autor de varios libros de materiales de enseñanza de español para estudiantes chinos. Ha traducido de chino a español de una veintena de autores. Es también traductor al chino de cuentos y poesía de varios escritores españoles y latinoamericanos. Es coordinador de los proyectos de traducción "Joyas de Literatura Contemporánea China", de 34 títulos literarios, y del proyecto literario Farolas. Es editor de los libros Un mínimo destello en el mar del atardecer, Pájaros en el bosque, La mariposa de Hanyang y otros cuentos chinos, coeditor de las antologías Poesía china contemporánea y Cinco poetas: nueva poesía.