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Lucía Rivadeneyra

Lucía Rivadeneyra. Entrevista de Eduardo Cerecedo

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Lucía Rivadeneyra
Para Lucía Rivadeneyra en el acto creativo hay mucha leyenda, muchos mitos, porque en gran medida lo que hay, para ella, es una fiebre en agujas que deriva del acto intenso de vivir lo propio y lo ajeno como suyo.

 

 

 

Entrevista la poeta mexicana Lucía Rivadeneyra, premio nacional de poesía enriqueta ochoa en 1998 y el premio nacional de poesía Efraín Huerta Tampico 2003

Eduardo Cerecedo

Lucía Rivadeneyra , Morelia, Mich., 1957, es licenciada en Ciencias de la Comunicación, por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. En la Facultad de Filosofía y Letras cursó la maestría en Letras, con especialidad en Literatura Mexicana. Con temas de literatura y periodismo, ha participado en decenas de mesas redondas, conferencias y seminarios; impartido cursos, coordinado talleres y colaborado en programas de radio y televisión. Su trabajo periodístico ha sido publicado en medios de circulación nacional, como el original unomásuno y sus suplementos página uno y universitas; en Etcétera, Día siete, revista fem (durante 8 años), entre otros. Desde hace seis años escribe en la página mujeresnet.info

Merecedora de los Premios Nacionales de Poesía: «Elías Nandino», en 1987; «Enriqueta Ochoa», en 1998; y «Efraín Huerta», Tampico, 2003, ha publicado los poemarios rescoldos, En cada cicatriz cabe la vida, Robo calificado y Rumor de tiempos (antología personal, 2007). En 2000, participó en el libro colectivo Versoconverso. Poetas entrevistan poetas. En 2002, obtuvo uno de los estímulos del programa Artes por todas partes. Está incluida en una treintena de antologías. El Primer Encuentro Nacional de Poetas Jóvenes, Morelia 2013, estuvo dedicado a Lucía Rivadeneyra. Es catedrática de la UNAM, desde 1981.

 

¿Al escribir cómo es ese acto, en tu caso, doloroso, feliz, siniestro, gozoso, cuéntanos?

Si bien es cierto que hay una extraña magia en el proceso de la creación, para mí implica la responsabilidad de hacerlo bien. El proceso de poner en el papel o en la pantalla emociones, sentimientos, vivencias, depende de circunstancias diversas, de estados de ánimo. A veces, todo está en contra y uno escribe; a veces, todo aparentemente es óptimo y no se escribe nada. Hay ocasiones en que he tenido una necesidad imperiosa de escribir, como si me asaltaran las palabras. Para mí es un placer extraño, lleno de riesgos. También hay que decir que alrededor de la creación hay mucha leyenda.

Sabemos que escribes varios géneros literarios ¿Qué prefieres escribir, ensayos o poemas?

Hay circunstancias. Estudié periodismo, por tanto he publicado diversos géneros periodísticos: reportajes, crónicas, entrevistas, reseñas críticas, en medios de circulación nacional. Con el paso de la vida, muchos ya no existen como El Nacional, unomásuno y sus suplementos sábado, página uno, universitas; o la revista Fem o Día siete, entre otros. Tengo casi seis años de escribir en la página mujeresnet.info. Mi quehacer literario y periodístico siempre ha ido a la par de mi labor académica. Este 2016, cumplí 35 años de ser profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Por tanto, he colaborado en varias publicaciones de corte académico sobre temas de literatura, periodismo y comunicación. Y aunque estos temas son parte de mi vida, mi relación con la poesía es lo que me mantiene con fiebre en agujas.

¿Por qué?

Mi cercanía con la poesía viene de la infancia. Como lectora, siempre me he sentido cobijada por ella. Como creadora, la palabra es la provocación constante.

La poesía o el ensayo, ¿Con qué otras artes se siente más cercana?

La poesía, siempre. Aunque no puedo ser tan tajante y decir esto o lo otro, no. La novela y el cuento también me han hecho la vida y no porque yo sea narradora sino porque -no sólo yo, todos-, nos formamos con todo. Las bellas artes, en general, me han dado grandes placeres. No entendería la vida sin la música, sin la danza, sin el cine, sin la pintura…

Define ¿Qué es la inspiración?

Jalar aire y ponerse a escribir.

¿En tu caso como la transformas, crees en ella?

Tengo épocas en que he sido más creativa que otras o más bien que he trabajado más que otras. Decía Gabriel García Márquez que él hacía periodismo para mantener el brazo caliente. Sin, duda la disciplina puede más que la inspiración. El hecho de publicar con cierta periodicidad, ayuda. No obstante, la poesía tiene otros tipos de exigencia. Y hay veces, inexplicables para mí, en que se vive en un estado de alteración, de emociones a flor de piel, por el hecho de escribir. Son periodos extraños.

Cita a tres autores que hayan influido en tu creación literaria

Son decenas. Puedo decir que citar a tres sería muy arbitrario y muy injusto porque me he formado con muchos. Son muchos los que se me han cruzado a través de los años. Se leen a algunos en la infancia, en la adolescencia o en la juventud que marcan para siempre; otros que pasaron sin pena y sin gloria; otros a los que un día se vuelven y deslumbran; otros que uno prefiere olvidar y hay cientos que un día se harán presentes.

¿El Quijote, crees que tenga cierta presencia en tu obra, si es así en cuál?

No lo creo; a lo mejor un día un psicoanalista me dice que sí.

¿Describe lo que estás leyendo actualmente?

Enumero: A Sándor Márai otra de sus novelas espléndidas: Los rebeldes
Al poeta Francisco Hernández, con su obra siempre voy y vengo. Regresé a Imán para fantasmas. Releo un libro de entrevistas a Luis Buñuel Prohibido asomarse al interior.
Leo, a mi pesar, revistas y periódicos impresos y en internet.

¿Cita tres autores que recomiendes por lo trascendente de su obra?

Es muy arbitrario… Pero, si no hay de otra, para mí todo Shakespeare, García Lorca, Pablo Neruda, Borges, García Márquez, ¡ah, eran tres!

¿Cómo ves la poesía actualmente; es decir, la escrita en la actualidad?

Me sorprende la compulsión de algunos jóvenes por ganar premios. Avientan botellas al mar del Norte o al Rojo o al Negro, algunas llevan buenos versos. Hay mucha actividad poética en todo el país. La poesía siempre está viva. Los medios de comunicación, las redes sociales han generado una retroalimentación insólita. Muchos la han aprovechado y no lo han hecho mal.

¿Qué recomiendas leer en este otoño?

Poesía, poesía, poesía y poesía. Volver a los autores muertos. No leer solamente a los amigos o a escritores vivos sino a los grandes y eternos amigos; por ejemplo, volver a Rubén Darío, a Xavier Villaurrutia, a Rilke, a Enriqueta Ochoa.

¿Cómo ves la cuestión política del país en estos tiempos de cambios?

Todoslos tiempos son de cambios. A veces no reconozco mi país. Hay un ambiente de zozobra, de desconfianza, de traiciones, de agresión cotidiana. El tejido social está deshebrado y éste no se restaura por decreto. Por desgracia, tengo la certeza de que me moriré y no voy a alcanzar a ver que el país esté libre de la violencia inaudita que nos invade.

Descubrir la forma y manera de trabajar de un escritor, siempre será de interés para el lector, pero la manera de pensar, hará que, quien lee, lo haga a su condición de eso, lector-pensante. Gracias Lucía Rivadeneyra por tu tiempo a esta entrevista.

La «Jiribilla» suplemento cultural del diario, El Gráfico de Xalapa.