Víctor Roura: Poeta

victor-rouraEl también poeta y periodista, Gilberto Lastra, conversa con Roura para descubrirnos los motivos y el proceso de este poema largo: José y Mario: un septiembre perdido en Suma, que es en sí un reconocimiento de sus orígenes, hasta llegar al cuerpo propio y de los progenitores.

 

Víctor Roura: Poeta

Los asideros de la muerte en el cuerpo y la memoria
Gilberto Lastra Guerrero

La poesía como resonancia del cuerpo y la memoria; el viaje por la genética mientras el poeta transita por el mundo. La vida para abrir el silente diálogo de la intimidad de los recuerdos en la otredad. Víctor Roura hace un homenaje a sus padres desde el espacio de las figuras clásicas.

El cuerpo como concepción del futuro, el destino humectado por la vida es la materia del libro José y Mario: un septiembre perdido en Suma, publicado por el sello independiente unasletras.

Víctor Roura
Víctor Roura
Roura relata el proceso creativo del libro: un homenaje a sus padres, y ahí empezó el relato devenido en un poema de largo aliento en dodecasílabos. La muerte de los padres del poeta es un ancla en el texto, la intratextualidad entre la memoria de sus progenitores y el recuerdo y su materialización en los versos. “Lo básico fue traer la memoria de mis padres. De lo que me contaban para rehacer una vida. Me costó trabajo darle con la forma. Al principio quería hacer unos relatos, pero se me hacía más sencillo, y pensaba que la vida de mis padres merecía más. Voy a contar una historia en poesía.

“Nació en 1920, parece/que el 13 de junio, porque la certeza/ de la fecha de nacimiento no/ la tiene: pero ese día en san Antonio/ como su nombre. De ahí que le gustara su onomástico: él decidió cuándo y dónde nació. En Ciudad del Carmen, dice”.

El padre de Roura muere de una embolia y la madre con Alzheimer, temas en el que funde el poeta la memoria al final de la vida, a la muerte. Y profundiza en el paso por el mundo de los humanos y los recuerdos que al final, son el testimonio de la vida. “Aparte de la memoria paterna, está también la melancolía acerca de la muerte. Mis padres murieron por enfermedades de la cabeza. Uno por embolia y ella por el Alzheimer.Y me angustió cómo llegamos al fin tratando de fusionar la memoria con la proximidad de la muerte.

“Ahora, la Muerte es noticia cotidiana/ Siembra aquí y allá sus horrores, como hermana/ de la agria, impiadosa y áspera Indiferencia/ socia de la árida y excesiva Querencia”.

El cuerpo

Los cuerpos son productos de otros cuerpos y crean otros más. En el caso del fenómeno poético y vivencial de Roura, son él. La armonía de los cuerpos de sus padres es el hijo que a postre encarna la memoria y la hace verso.

“Cuando  se hallan. El encentro de mis padres. Porque mi padre tuvo mujeres y encontró el cuerpo perfecto para él, y se detuvo y vivió tranquilamente.

“¡Qué buena estás para mamá de mis hijos!’/ dijo entonces don José Antonio a Regina/ (nacida el 7 de septiembre de mil/ novecientos treinta en Suma de Hidalgo)/ haciendo que ella se pusiera de mil/ colores y justamente allí comienza/ una nueva etapa para ambos: la vida/  se transforma, la vida tiene sentido/ la vida adquiere por fin significados/ distintos, dulcemente ambiguos, extraños/ de raíces desconocidas, inéditas”.

Parecería que la idea de dos cuerpos es la progenie, y entonces la memoria se escribe en la genética. Para Roura, la memoria de los cuerpos es un universo escrito en el tiempo, en la carne y el hueso: “Nadie va a tener los cuerpos que uno tuvo, nadie más va a tener las ideas de ese cuerpo e irse con ellos. Soy  apartir de la memoria de los cuerpos. Y uno se realiza de eso”.

El lugar

La ensoñación, el espejo del recuerdo en la otredad, es en el texto de Roura el escenario para la vivencia y la trascendencia. Junto con su editora, Eugenia Montealván Colón regresó a  su infancia, a la casa de sus padres, a la casa en que nació. Entonces, la memoria, las palabras y la vida se concilian en la poesía. “En el momento de visitar el lugar, las imágenes se incrustaban en lo que me contaba mi padre. Coincidían sin a haber estado nunca ahí. Uno puede viajar a los recuerdos por medio de otras personas”.

La muerte en escalas

Como en pequeñas estaciones reflexivas en frases de otros poetas, Roura comienza su ruta crítica del pensamiento, y se van fijando al tiempo como peldaños que llegan a luz.  “Encontrar a los poetas que hablaban de la muerte y las frases que más me llegaban las fui tomando, porque casi todos los poetas se refieren a la muerte en todos. Deseché más de 50 referencias”.

Proyectos

La charla termina con los proyectos del poeta, con una compilación de sonetos reunidos, con un prólogo escrito en endecasílabos en el que se resume la historia de esta figura clásica.

“Es un libro que va a salir y es de 101 sonetos. Me metí y de ellos, uno 60 son clásicos y los otros no. Pero son sonetos porque están hechos con dos cuartetos y dos tercetos. Ese libro me gustó porque escribí un prólogo con la historia del soneto. El libro está por salir el texto. No lo había abordado porque no es sencillo porque puedes caer en la cursilería en la rima. Y eso es lo que se debe evitar”.