Zofia Beszczynska (Polonia, 1951)

zofia beszczynskaFloriano Martins conversa con la escritora y traductora sobre libros y la magia de la palabra utilizando el español como puente entre el portugués y el polaco.

 

 

El alma verde de Zofia Beszczyńska

Floriano Martins

Floriano Martins

 

Zofia Beszczyńska (Polonia, 1951). Poeta, autora de cuentos fantásticos, traductora del francés y crítica litera­ria. Pertenece a la Asociación de Escritores Polacos y la Sec­ción Polaca del IBBY (Organización Internacional para el Libro Juvenil). Fue becaria de la Biblio­teca Internacional para Jóvenes de Munich (Alemania, 1996) y del Centro Báltico para Escritores y Tra­ductores de Visby (Suecia, 2003). Ha participado en los festivales de poesía de Sarajevo (Bosnia-Herzegovina, 1998), Struga (Macedonia, 2002, 2003), La Habana (Cuba, 2007), Calicut (India, 2007), Granada (Nicaragua, 2009) y París (2009). Publica sus textos –traducidos entre otros al ale­mán, checo, español, inglés, lituano, maya, persa, rumano, serbio– en revistas y antologías polacas y extranjeras. Sus principales libros de poesía son: Ventana en el árbol (1992), Sitios mágicos (2003), Isla de las luces (2004), Los sitios mágicos (La Habana, 2010). Yo la conocí en Granada, en 2009, cuando coincidimos en el Festival de Poesía. Una noche nos pusimos a hablar en un restaurante sobre música polaca y su posible relación con la música brasileña. Desde entonces nos correspondimos y ahora finalmente me fue posible traducir al portugués un libro suyo, siempre tomando el español como idioma-puente. Lo mismo que hicimos en el diálogo que sigue. [FM]

FM ¿Cómo separas lo que llamas de libros para niños y libros para adultos? ¿En qué consiste el cambio de una escrita para otra?

ZB ¡No los separo! Y no sé en que consiste el cambio. Tanto unos, como otros crecen del mismo mundo: a veces suave, a veces sombrío. La única diferencia es por dónde entramos allí, y en qué momento. Sólo las sombras “adultas” parecen más oscuras.
Un ambiente parecido se siente en la obra de Federico García Lorca o Rainer Maria Rilke… como, también, en nuestros sueños y deseos, presentimientos y esperanzas, ilusiones o miedos. Y todo en ese mundo depende de nosotros, porque no somos sino nosotros quienes lo creamos. Y podemos cambiarlo como nos da la gana, en cada momento.

zofia beszczynska
Zofia Beszczyńska

FM ¿Además del español, para que otras lenguas puedes traducir tu misma tus poemas? Imagino que las asociaciones semánticas, la magia que uno descubre en la simbología de otro idioma puede llevarlo a cambiar cosas en ese ejercicio de traducción, casi como se estuviera a escribir otro poema. Cuéntame acerca de tus experiencias.

ZB ¡Claro que sí! Muy a menudo inopinadamente aparece un poema distinto – con distintas asociaciones, melodía – y esas sorpresas son fascinantes. Intento traducir al inglés y francés, pero siempre necesito ayuda. Laura, mi amiga española, es la única con quien puedo trabajar, pienso, idealmente.
Por lo general, es el idioma que me lleva – parecido que en polaco – no sólo su música, el ritmo interior (que más se siente que oye), las rimas.
Y es verdad que el español ha llegado a serme lo más cercano: su simbología, su magia, como dices; las relaciones específicas entre las palabras; las imágenes que surgen de detrás de ellas.

FM Tienes una escrita muy marcada por una atmósfera de pureza, como se fuera la primera mirada sobre las cosas, siempre ese tono de quien está desvelando un mundo sin prejuicios, sin juzgar la naturaleza de las cosas. Es una descubierta de afinidades con cada cosa que tocas con tu escrita. ¿Qué busca la poesía a través de Zofia Beszczyńska?

ZB No sé cómo me ven o sienten los demás; lo único en que tengo interés es abrir un diálogo con un lector imaginable. A los niños suelo decirles que mis poemas son las cartas que mando a lo desconocido, a los amigos desconocidos – todavía. Lo interesante (o raro, tal vez) es lo que cada uno puede leerlos de una manera diferente. Así como no sé, de veras, qué a través de mí busca la poesía, cómo llamar ese “algo” que no soy capaz nombrar yo misma.
Pero ya que preguntas por la naturaleza – para mí el mundo es el organismo que vive, y se está desarrollando. Y mi escritura es su parte.

FM ¿Crees que se puede observar algún diálogo secreto entre tu poesía y la de Federico García Lorca? ¿Qué poetas hacen parte de tu mundo de afinidades?

ZB Tienes absolutamente razón, Federico García Lorca es mi poeta primero y el más importante, sin embargo, lo que puede ser interesante, la afinidad con su mundo en mi poesía se ha mostrado en las traducciones en español; sólo entonces empezó a verla. La magia de la Luna, el color verde, la presencia sensible y constante de la muerte, incluso las misteriosas ciudades blancas que surgen de la noche…
Pero también, y muy fuertemente: Rainer Maria Rilke, con sus ángeles y muertos que nos visitan cuando dormimos: caminamos por las colinas del sueño, ¿sí? – tan semejante a la muerte. ¿Y los otros? Todos, como pienso ahora, relacionados con las distintas etapas de mi vida… y no desaparecidos hasta hoy. Emily Dickinson. Fernando Pessoa. Anne Sexton. Y, recientemente descubierta, Gloria Fuertes, por la quien, como para mí, el mundo de pequeños y el de adultos no se diferencian, al contrario crean un lugar común, más rico, multidimensional y maravilloso que el que llamamos “real”.
Y de los polacos – Zbigniew Herbert. Estupendo.

FM Seguro que por fuerza del Premio Nobel, en Brasil se conoce la poesía de Czesław Miłosz y Wisława Szymborska. Además de Zbigniew Herbert, de acuerdo contigo que sea estupendo. El trío confirma la fuerza de una tradición lírica magnífica. Háblame un poco más de esa lírica, de como se renueva la poesía en Polonia y como se relaciona con esa parte de Europa en que está ubicada.

ZB Me cuesta hablar de la poesía, no soy crítica y siempre quedo desvalida delante de su fuerza y misterio. Y no seré original si digo que Szymborska ha dado a la poesía polaca lo intelectual, la ironía aguda, la distancia consigo misma, y lo real: nacional, social, histórico… Sin duda, es perfecta.
En la escritura de Herbert la distancia se muestra a través de la mitología y la civilización greco-romana, aunque eso no es lo más importante, existe algo más, no sé qué, un misterio que me hace volver y volver a la lectura, buscando y no encontrando, cada vez de la manera distinta. Y, porque le conoces tú también, sabes acaso que por él la sal de la ironía es algo primordial; tal vez no hay nada original en el mensaje, ¡pero cómo lo cuenta (“De la mitología”)! Y pienso: ¿será la ironía misma la esencia de la poesía?
A Miłosz le conocí tarde y aunque soy consciente y estoy convencida de su valor e importancia en la literatura polaca, no puedo evaluar su obra. No se me abre.
Es muy difícil hablar de poesía y acaso no se debería: como de amor, ¿no crees?

FM ¿La obra de Zofia Nałkowska te ha despertado algún interés? ¿Alguna otra mujer en especial?

ZB ¡Tu conocimiento de la literatura polaca me impresiona! Conozco la prosa de Zofia Nałkowska, distante, perspicaz, intelectual. La respecto y aprecio, pero no veo sus marcas en mi vida. En general la recuerdo como lectura escolar, para mí es ya un capítulo cerrado.
¿Y las poetisas polacas? Sí, es verdad, hay algunas, he aquí los ejemplos. Anna Kamieńska (1920-1986). Anna Świrszczyńska (1909-1984). Maria Pawlikowska-Jasnorzewska (1891-1945): una reina de la lírica de amor, sensible que no sentimental, muy innovadora y moderna incluso ahora. Ewa Lipska, en su obra temprana.
Por decir verdad no leo mucha poesía. A menudo recibo los libros de mis colegas (y las más de las veces los leo), pero eso es otra cosa. Generalmente antes que poetas prefiero poemas.

FM Háblame de tu experiencia de lectura, el contacto con el público, la manera como reaccionas tu frente a ellos.

ZB Frecuentemente tengo encuentros con los jóvenes, y eso es algo maravilloso, sobre todo con los más pequeños (5-6 años). Puede ser bastante difícil, claro, hay que encontrar el idioma común, la manera de abrir el contacto; la comunicación. Sin embargo, como siempre, mi objeto es crear el diálogo. Pueden preguntarme de todo, sin excepción. ¿Y sabes cómo lo hacen? “¿Cuántos años tiene?” es muy banal, también “¿Cuánto dinero gana?” o “¿Puedo ir al baño?”. Pero mira, por ejemplo: “¿Se cumplen los deseos?”, “¿De qué color es la magia? “¿De qué cosa tiene miedo? ¿Se avergüenza?”, “¿Qué poema (libro) suyo no le gusta?”, “¿Qué piensa el silencio?”. Impresionante, ¿no?
Muy a menudo jugamos con las rimas, creando nuevos poemas locos, a veces nos divertimos haciendo teatro basado en mis textos…
Con los adultos es más difícil mostrarse sincera, son demasiado serios. Y no les apetece abrirse, no osan; entonces, generalmente no hay diálogo. No hay intercambio.

FM Recuerdo que nos conocimos en un festival en Granada, Nicaragua. Allí mismo, y luego seguimos por correos, hablamos de una íntima relación entre música brasileña y polaca, intimidad establecida por la Bossa Nova, sin que eso signifique propiamente un influjo del género brasileño en la polaca, pues hay algo de paralelo en el desarrollo de esa música en los dos países. Fue cuando pensamos que la raíz de las dos cosas podría estar en Chopin, que en esa época era un compositor muy popular entre los músicos en Brasil. Bueno, el tema exige la opinión de un músico, por supuesto, pero dime que se conoce de literatura brasileña en Polonia.

ZB Muy poco, desgraciadamente. Sin embargo gracias al “boom” de la literatura latinoamericana en los 70. Hemos conocido unos destacados escritores brasileños, y algunos siguen siendo populares y apreciados.
Lo más estimado es la obra de Jorge Amado, para la mayoridad de polacos un verdadero símbolo de la literatura brasileña. Después va Clarice Lispector, la mágica. Se conoce también a Mario de Andrade (principalmente gracias a su Macunaima, el libro y la película), João Guimarães Rosa… Y los poetas: sobre todo Carlos Drummond de Andrade y Manuel Bandeira.
Ai, y la novela de José Mauro de Vasconcelos Mi planta de naranja-lima (O Meu Pé de Laranja-Lima) se encuentra en la lista de recomendación de los libros más importantes para jóvenes.

FM ¿Olvidamos algo?

ZB En realidad: ¿de qué color es la magia?

[Fortaleza, Varsovia – Julio de 2010]