Seis poemas:
María Martín Hernández

Silencio Embrionario

Sobre la oscuridad de tu vientre
baila una sombra exiliada
por la nada.

Un baile de no retorno
que anida bajo el enigma
de una caverna,
donde el silencio
se engulle a sí mismo.

Una sombra náufraga
de un pensamiento mudo:
murmullo de un paisaje
sin relieve.

Nidación

Como una ciudad que duerme
en espectral silencio,
me adentro en el zigzag
de tu órgano hueco.

Se posa la danza inquieta
de una sombra;
tus paredes vigilantes
aguardan el precipicio
de las horas.

Cierro los ojos para anidar
en esta patria oscura
de lo invisible.

Mirador De Infancia

Mi memoria tiene el aroma
de unas olivas recién cogidas
por las manos de mi abuelo,
el olor de una rosa robada de su jardín
bajo el sol de una tarde de domingo.

Mi memoria tiene el sonido de un verano
convertido en toda una existencia
en el recuerdo de un niño,
la atenta mirada de un búho
orquestando su ulular
a los pies del Moncayo.

Mi memoria tiene el sabor de la historia,
la textura de un lienzo en blanco
mostrando el paisaje de la vida
sobre mi piel.

Etiquetas Vacías

Hay niñas que sueñan
con rostros desdibujados
hechos de alambre.
Procesiones de caras desiertas
preparadas para bendecir la mesa.
Ojos que multiplican su imagen
en la bifurcación de la noche.

Hay niñas dormidas a las que el mundo
no alimenta sus cuerpos con hambre.

 

Detonación

La cárcel que me habita
se inflama con el dedo índice
de tus palabras.

Hay huellas en mis ojos
que nunca has visto;
rastros de hambre y sed
sesgan el miedo
más allá del cuerpo.

Abismos de silencio y quietud,
donde mis ojos aúnan
los relámpagos de la existencia.

 

Poética De La Sustracción

No enciendas la luz mientras escribo
porque se van las sombras,
sin ellas, no puedo presionar
la herida que sangra,
ni el dolor que aflora
de su herrumbre.

Baja las persianas para que surja
mi ausencia en el espejo,
para que la luz no abrase el reflejo
de aquella niña que duerme
sobre un nido de metáforas.

No enciendas la luz mientras escribo
para que pueda erosionar el lenguaje
desde las sombras.


María Martín Hernández (Zaragoza, 1996) cursa sus estudios universitarios de Filología hispánica en la universidad de Zaragoza, comenzó a escribir a muy temprana edad quedando finalista en varios premios literarios y publicando sus primeros poemas en revistas como la página escrita, Imán o Turia. Ha participado también en varias antologías editoriales, numerosos recitales y festivales de poesía en su ciudad natal. Deshabitar el cuerpo es su primer poemario propio, con el que ha conseguido obtener el I Premio Internacional De Poesía Joven Ángel Guinda.