8 poemas de Beatriz Saavedra Gastélum

NAUFRAGIO

Todo el que muere tiene la razón,
asalta el hierro
las dimensiones posibles.
Tregua angustiosa
en el rincón de la memoria.
La realidad se atasca,
habita
cosas cotidianas gastadas.
El temor de las noches era cierto,
un rumor,
piedad terrible
espacio que me niega.
Yo hubiera pensado
en mi cuerpo cubierto por cristales.

Ahora en la ventana
un olor a bestia
húmeda,
a punto de morir
devora el cielo con su cráneo,
como si conociera el fondo
de la intemperie
su tristeza.

ANTES DE IRTE

Puede ser que esté cansada
y los hilos del viento me desnuden
susurrando la llovizna de espectros

Acostumbrada al silencio
intimido al azar bajo la mesa
y me tumbo sobre tu sombra
para amortiguar mis golpes de incertidumbre
sobre la almohada quieta de los años

REALIDAD VACÍA

I
Arrojo el tiempo que sobre mi sombra habita
Demasiado fuerte mi existencia oscura
Nadie conoce la mirada
las preguntas que importan
con su carga de espectros

Sospechosa de la grandeza cotidiana
me he retirado al Incendio voraz de angustia verdadera
a mi cuerpo de niña pálida
en las hendiduras secretas
para tocar la nada los silencios de mi vientre
en la noche de humo

II
Entreabierta en tus brazos fríos
mis muslos se desmayan
Este mendigar en los umbrales
y el miedo de lanzarme al vuelo

Tu propia luz sigue siendo llamarada
cerrando la boca de mi herida
involuntaria
prófuga de este infierno en agonía

OTRO ROSTRO

Precipicio sin luz
desnuda sueños,
los dedos palpan
el umbral del abandono.

Tus ojos desorbitados
vuelven a limpiar los límites
de puertas cerradas
que la luz cobija.

Ahora te vas
reflejo sosegado,
llovizna de muerte
sobre las piedras.

Eximidos los lastres,
la culpa,
otro rostro perdido
camino sin rumbo.

Instante que pesa realidades
Y sin decir palabra
me obscurece la sangre.

CAMBIA UNO DE SITIO

Escribo tus ideas
violentas
en el lecho transitorio
que entierra penas.
Gastado el sexo
anida sombras.

Tiembla,
tirita el día,
yo busco a mi asesino en este filo.

FIJO EL PENSAMIENTO

Gastado el aire, sin rostro,
sable diluido,
inmerso recuerdo que corre el engranaje
su mundo cae sobre la mesa.

Mis tardes entristecen
bostezo ya sin pulso
muralla impalpable.

Disgrega el cuerpo de medianoche
me abandona el pensamiento
insondable como el yo,
fijo en el mismo abismo
escribiendo sus silencios
se obstina mi pecho degollado
mastica inocente
mi identidad,
mi ausencia.

REALIDADES

Todavía interminable la forma disipada del viento.
Su fijeza de luz ha olvidado mi nombre,
hora nula, espejo ciego.
La realidad me arrastra,
sus formas inconscientes
siempre las mismas.

Yo escribo.
No sé adónde.
Las letras son quizás
una manera de morir.

Volver al día del comienzo
cuando la tarde de nombres mortales
se ha ido a pique,
y el tiempo duda todavía de lo real.
Otras versiones de la noche nos unen.
Palpando tus ojos separados de sueño
la sílaba sin ruido olvida su respiración,
dice sin decir.
Vende tu hambre, tus ojos secos.

Del verbo oblicuo, anterior a las letras,
conjugando los latidos,
los cuerpos comienzan a olvidar el mundo.

FILO DE CANTOS

Busco el filo inconsciente
que el tiempo penetra,
se desliza contra el muro
y se desploma
soñoliento,
desgastado.

El cielo raso devora
espejos impacientes de silencio,
los cantos que amenazan y fascinan.

Suspendido el abismo,
el deseo, el terror,
espasmo inmundo,
plumas negras,
largo silencio de humo.
Y tú
noche de puerta,
enmarañando
los naufragios de la espera.

 


Beatriz Saavedra Gastélum nació en Culiacán, Sinaloa, México. Poeta y académica. Sus poemas han sido traducidos a varias lenguas indígenas mexicanas, francés, inglés, griego, chino y alemán. Es coordinadora de los ciclos de conferencias “Diálogos en Femenino con Alfonso Reyes”, Poéticas de la inteligencia y Poesía en voz de sus autoras. Es Directora del Centro de Estudios sobre la mujer en la Academia Nacional de Historia y Geografía (UNAM). Es Directora del Festival Internacional La Mujer en las Letras de la misma Academia y de La Casa Estudio de Crítica Literaria, y codirectora de la Editorial Floricanto. Fue finalista del Concurso Vivir Soñando España 2005 y obtuvo una mención en la Asociación de Poetas de Argentina. Ha publicado los poemarios Ciudad de gritos, Memoria de la muerte y sus mitologías y A la intemperie del tiempo.