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«Enemigos del Silencio», de Eduardo Moshes

moschesFrida Varinia nos alerta sobre esta obra poética de Mosches: «Un poema de largo, de muy largo aliento que reflexiona sobre este desvelo que no le permite conciliar este dilema entre dormir o morir, entre soñar y vivir.»

 

 

El sueño, uno de los enemigos
del silencio de Eduardo Mosches

 

Hay quienes piensan que la verdadera realidad está en el sueño. Que al despertar nos abismamos en una angustia insoportable; nos enajenamos en un mundo de orden y razón al cual no pertenecemos. Esta vigila es falsa, esto que los sentidos reportan como hechos empíricos y comprobables, son fantasías oníricas. Quizás entonces, los poetas, los místicos, los profetas y adivinos sean los que poseen las llaves que abren las puertas reales y es en el inconsciente, en ese submundo de imágenes resguardadas en la sombra de la noche en donde está el sentido de la vida y que como mortales estamos condenados a sólo descubrir esa realidad fragmentada en los episodios que la diosa de la memoria (Mnemosyne) nos permite de vez en cuando.

       Sueño y vigilia es entonces el dilema de vida y muerte, es la paradoja a la que el poeta se enfrenta y su palabra un valle de especulaciones o ¿es el recuerdo que surge de ese largo y eterno sueño?
        Hay en Enemigos del silencio de Eduardo Mosches, un poema de largo, de muy largo aliento que reflexiona sobre este desvelo que no le permite conciliar este dilema entre dormir o morir, entre soñar y vivir:

"… acercarme a esa estación
distante
de la tranquilidad del sueño.
El descanso de los ojos cerrados.
Dejar caer las sombras
sobre la brillantez de la
Vigilia…"

El escritor parece en su angustia de todos los días no poder: "Mantener el sueño entre los dedos | para que no se pierda,…"

Este grande poema,
"El cercano enemigo",

es la voz del insomne que agoniza sin descanso a pesar de que vive en carne propia esta pesadilla, no puede menos que convertir el texto, a la manera de cualquier poeta barroco, en un poema filosófico, que más allá de todos los olvidos, tiene en su raíz un profundo y dolorido malestar metafísico y es
entonces donde:
"se amplía el doloroso grito del silencio".
Gastón Bachelard en La poética de la ensoñación, nos dice que:
El sueño de la noche no nos pertenece. No es nuestra propiedad. Para nosotros es un raptor, el más desconcertante de los raptores: nos arrebata nuestro ser.
Las noches no tienen historia. No se ligan unas a otras. Y cuando se ha vivido mucho,… hemos partido hacia el sueño.

Frente a todo esto nos dice Mosches que:
"En ese punto de la vida, su sueño vacila y trastabilla en el nido de la vigilia
que enlaza día y noche, uno a uno, en una intensa y dolorida exaltación de la conciencia".
Es por eso que la sensibilidad del poeta se torna filosófica y éste nos acerca a nuestros abismos nocturnos. 
Valéry añade: "Creo que los sueños están formados, por algún otro durmiente, como si, como en la noche, se equivocaran de ausente".

Mosches agrega:
"Para iniciar el transito al territorio del sueño". Hay que ir hacia su fuga y frente a este sueño abismal reconocernos como "el soñador" de Bachelard quien: "¿Desciende en sí mismo? ¿Va más allá de sí mismo?".
Podríamos decir que el autor concluye diciéndonos es…
"respirar con ansias
el descanso que merecen los ojos…
mientras la angustia arde
en el silencio encarcelado de la noche…"

Frida Varinia
22/abril/2017