Alteridades.
Dossier de poesía colombiana:
por Edinson Aladino

Este dossier reúne a doce voces de la poesía colombiana contemporánea, distintas en trayectorias y estilos, pero enlazadas por un motivo común: la exploración de la otredad. La poesía, al desplegarse en estos textos, se vuelve espejo y frontera, territorio donde lo propio se reconoce en la mirada del otro y en las múltiples formas de diferencia que atraviesan la experiencia humana. El recorrido que aquí se ofrece es plural: desde escrituras que interrogan la memoria y la violencia, hasta aquellas que iluminan la intimidad, el cuerpo, el género o la filiación ancestral. Cada poema propone una entrada distinta al misterio de la otredad. Este espacio es también una invitación a la lectura como acto de reconocimiento: acercarse a la diversidad de los yo que habitan estos poemas es abrirse a la posibilidad de comprender la literatura como práctica de escucha y de encuentro.
Celebramos, así, la oportunidad de compartir con los lectores este mosaico de voces, convencidos de que en la poesía late siempre la posibilidad de lo común en lo distinto.

Edinson Aladino
Puebla, 2025

Berta Lucía Estrada (Manizales)


Es escritora, ensayista, poeta, dramaturga, antologadora, crítica literaria y de arte. Es librepensadora, feminista, atea y defensora de la otredad. Ha publicado diez y seis libros, y con Floriano Martins ha escrito cuatro obras de teatro, dos novelas cortas y un poemario. Ha recibido seis premios de poesía. Algunos de sus artículos y poemas han sido difundidos en las revistas Triplov (Portugal), Agulha Revista de Cultura (Brasil) y en publicaciones de la Universidade Estadual do Oeste do Paraná – UNIOESTE, Revista Acróbata (Brasil), Revista Crear en Salamanca (España), Blanco Móvil (México), Nueva York Poetry, La Otra (México), Altazor (Chile), AErea (Chile y España) y Aleph (Colombia). Varios de sus libros pueden leerse en versión integral y gratuita en la Colección Libros Imposibles de EntreTmas Revista Digital y Agulha Revista de Cultura. Es colaboradora del espacio Palabra de Poeta del programa de radio Pegando la Hebra, dirigido por María Vicenta Porcar Pedro (Valencia-España), en el que también dirige el espacio Poliedros dedicado a entrevistas y a la presentación de libros. Ha sido traducida al francés, portugués, rumano, griego, italiano e inglés.

ME MIRO EN EL ESPEJO DEL PASADO

Me miro en el espejo del pasado,
laberinto sin Ariadna,
sus estancias me son vedadas
mi imagen se cuela a través de mis dedos
Estoy sentada debajo de la luna,
su luz ilumina la zanja
donde mi otro yo yace en palidez eterna
Soy Narcisa,
contemplo mi infortunio en el espejo de la noche,
roto en millones de fragmentos,
roído por la humedad

palabras encadenadas
sin susurro en los labios del último sueño

Cubro mi rostro con la máscara de la muerte
derribado el árbol de la inmortalidad
prisionera de la monotonía
compañera de mí misma en este viaje sin retorno
esfinge de la oscuridad
me estanco en el corredor de la soledad1  

Adriana Hoyos (Bogotá)

Escritora, cineasta y gestora cultural. Ha participado en encuentros internacionales de poesía en Colombia, Dinamarca, Ecuador, Egipto, España, Italia, Macedonia, Marruecos, Portugal Serbia, Suecia y Turquía. Poemas suyos se han traducido a una decena de idiomas apareciendo en numerosas revistas y antologías de América, Europa y África. Ha publicado los libros La torre sumergida (March Editor 2009), La mirada desobediente (2013, Editorial Devenir). Del otro lado (2017, Huerga & Fierro Editores), Autobiografía con sombras (plaquette, 2022), No es a mí a quien lees (2022. Huerga & Fierro) Este último fue editado en 2023 en Portugal y traducido al portugués por Alex Tarradellas y Rita Custódio bajo el título Geometrias da voz, (Exclamaçao Editora). En 2023 una antología de su obra es traducida al serbio por Dušica Nikolić Dann bajo el título Ono sto su mi donele reči. En 2023 le fue concedida la residencia artística Coracle Europe Residency in Tranås, Suecia, donde publica la plaquette Fluir con el agua, con versiones de sus poemas al sueco a cargo de Frank Bergsten. En 2024 publica en Colombia Esa que canta hacia adentro (Sílaba Editores) y ve la luz la antología Lo que me trajeron las palabras (Domingo Atrasado Editorial). En 2024 publica la antología amorosa La sed con que mirabas (Colección Capitanas, Editorial Nautilus).

ESTE BAILE DE SOMBRAS

En este baile de sombras
Tan solo en el poema
Logro sosegar mi alma
Conjurar hasta elevar

Con ardor subo la montaña
nadie me conoce yo hablo la noche2  
nadie me conoce yo hablo mi cuerpo

La dirección de la onda en contacto con mi yo
Con esa otra que fui y con esta que soy
nadie me conoce yo hablo la lluvia
nadie me conoce yo hablo mis muertos

En el pasaje de la escritura de la infancia
Recojo las risas mariposas caídas
Flores tornasoladas a tu lado madre
Chisporroteo de instantes desangrados

en el centro de la ausencia
mi sombra es el centro
centro del poema

Ya está bien de hablar de Muerte
También podemos convocar a Amor

Fulgor de tus ojos en los míos
Voracidad y tormento endiablado
Volcán y lava en las entrañas

Ya está bien de hablar de Muerte
Si es Amor luz poderosa
Motor de cada átomo
Felicidad despierta y exaltada
Anegada en pantanos y ausencias

Amor es el centro del poema
La razón es ausencia y dolor y lamento
Pero el centro es Amor y debajo está tu nombre
Alejandra

Y
Anna
Y
Marina
Y
Sylvia
Y
Teresa
Y
Blanca
Y
Juana
Y
Debajo está tu nombre

Cuando ausculto el viento de la tarde
Hay un vendaval de figuras disueltas
En el torbellino de los siglos

Y mi cuerpo y el tuyo
Y mi cuerpo es el tuyo
Desgarro en el canto

Canto solo y desgarrado
A través de finos espejos
Está escrito el encuentro
Que convoca esta caligrafía

Bebo la arena del desierto
En cada partícula tuya
En cada partícula del cuerpo
Entra en mis ojos la eternidad

Entra en las cuencas viento helado
Restos de limo y tierra húmeda sellan el pacto
Y las campanas de bronce lanzadas al aire
Y el vuelo de bellos y radiantes pájaros
Acogiendo cada trazo de la mano

No soy yo la que escribe
No soy yo
Y lo sé

Soy todas estas voces que me hablan
Y riegan el poema
Sembrando flores azules en la alcoba
Llenando de alas mi pensamiento
Salen de mi boca luciérnagas
Así bebo con una sed bíblica de sílabas

(Del libro Esa que canta hacia adentro, Sílaba Ediciones, Colomba 2024)

Anabel Torres (Bogotá)

Poeta, escritora, traductora y editora de textos. Es licenciada en lenguas modernas de la Universidad de Antioquia en Medellín y Master en Género y Desarrollo del Instituto de Estudios Sociales de La Haya. Fue subdirectora de la Biblioteca Nacional de Colombia. Vivió en Holanda de 1987 a 2002, y desde entonces reside en España. Es traductora al inglés de la obra de importantes poetas del país como José Manuel Arango y Meira Delmar.  Entre sus obras se cuentan: Casi poesía Medellín (1975), Pasto (1984); La mujer del esquimal (1981); Las bocas del amor (1982); Medias nonas (1992); Poemas de la guerra (2000); En un abrir y cerrar de hojas (2002); Wounded Water/Agua herida, (Bogotá, 2004; Palma de Mallorca 2022); Origen y destino de las especies: de la fauna masculina paisa (2009), ensayo ilustrado por ella dedicado a Charles Darwin; Human Wrongs and Other Poems (2010); (No) Habrá Tropel (2015), cuento ilustrado por ella dedicado a Manuel Mejía Vallejo; ¿Y la alegría? (2018); Amar (2023 , Valladolid, Medellín, Buenos Aires). En 2000 ganó el premio John Dryden de traducción literaria del BCLT en RU por su traducción al inglés de “Este lugar de la noche”, del poeta José Manuel Arango. Editorial Abisinia en Buenos Aires publicó su traducción al castellano de los “Poemas ingleses” de Fernando Pessoa en 2023.

LA AUTORIDAD COMPETENTE

Le deletreo a la autoridad competente
el nombre de soltera de mi madre.
Mi madre,
que lleva tantos años enterrada
bajo la oscura nieve de sus sueños amargos;
mi madre, que hizo un enemigo de mi padre,
y frunciendo los labios
la autoridad me interpela y agrega:
«su apellido de casada».
Sospecha que yo también «lo tengo»,
el «de» de mi madre.

Le deletreo el nombre de mi padre, y su apellido
que desde que él nació
no cambió hasta su muerte.
Mi padre, que lleva tantos años enterrado
bajo la nieve fresca de sus sueños sin gastar;
mi padre, que juraba, efusivo,
y él sin ser efusivo,
que volvería a casarse con mi madre de inmediato
si ella volviera a ser aquella
de cuando no llevaba el apellido suyo en el registro.

La autoridad escribe con tinta azul en la línea especificada
«sus lugares de nacimiento»,
¡de nacimiento, y los dos enterrados!
y solicita el certificado de mi divorcio.

Intento explicarle, intimidada, vacilante,
que estoy separada, porque cuando salí de mi país
no existía el divorcio.
Durante trece años más siete, he intentado olvidar,
y aun así, para emitir el pasaporte válido
que sostiene en sus manos mientras me habla,
la autoridad de mi país, tan inclemente como lo es ella,
exigió ver mi partida de matrimonio y de separación.

La autoridad cede un instante y prosigue:
«su partida de matrimonio»,
ya que mis avatares personales
en nada afectan los requerimientos
del Ayuntamiento de la Haya.

Y para rematar, la autoridad exige
«su certificado de nacimiento».
Sé que es inútil discutir con ella
porque incluso sentada frente a mí,
mirándome con sus límpidos ojos azules
como a través de un microscopio de tecnología punta,
esta otredad lo único en común
que existe entre nosotras, ella no puede verme.

Si ella y su microscopio me miraran,
verían reflejadas en mis ojos
las aguas de mi país, las montañas
rodeando mi infancia,
y me verían a mí, inofensiva, una uva pasa sola y extraviada,
entre una procesión de pan de levadura
desbordante.

Pero sé que tan solo va a creerme que existo
cuando le traiga
ese trozo grisoso y arrugado de papel
cifrado en otro idioma que ella tampoco entiende.

Lilián Pallares Campo (Barranquilla)

Lilián Pallares Campo (Barranquilla, Colombia, 1976). Creadora AfroMestiza Universal. Escritora, poeta, actriz y videoartista. En 2017 recibió la XIV distinción Poetas de Otros Mundos concedida por el Fondo Poético Internacional en reconocimiento a la alta calidad de su obra poética. En 2020 fue distinguida con el premio ‘10 colombianos’ por la Embajada de Colombia en Madrid por su trayectoria artística y personal. Ha publicado los libros Ciudad Sonámbula (2010), Voces Mudas (2011), Pájaro, vértigo (2014) y Bestial (2019), y con su compañía de investigación teatral Afrolyrics ha creado espectáculos escénicos basados en éstos. Junto a Charles Olsen, dirige la productora audiovisual y literaria antenablue ‘La palabra vista’. Sus videopoemas han sido premiados en festivales internacionales de poetry film. lilianpallares.com

ESTIRPE

I.

Estoy donde pregonan es mi origen:
un herido retrato de la tierra.
Las manos de mujeres, allí, enterraron mis huesos
bajo un puñado blanco de flores.

¿Qué sucede ya en este cuerpo presente?
Su palabra maldije mientras escondía
el llanto en mi semblante endurecido.
¿Dime, qué callé?
¿Lo sabes?
¿Ser hija de un negro me hace negra?
¿Ser hija de una blanca me hace blanca?
Entonces, ¿quién soy yo?
¿Mi madre, padre y propio engendro?

Este dolor me rompe en pedazos.

II.

Yo, rota, con el pecho desnudo,
vergüenza para quien mira,
camino por las calles de la aldea
enseñando mi herida.

Ojos de macho erguido tras la sombra
culebrean la arena.
Pido a los hombres una blusa prestada,
ninguno me ofrece la suya.
Avanzo cuesta arriba,
la palma sudorosa cubriendo mis senos.
Llego a casa,
donde las piedras abren camino al río.

El hombre que me sigue conoce mi desamparo.
El dolor de mi estirpe hierve en la sangre,
Un aire seco cruje en mi cara.

Erecto, desabrocha la camisa que silencia la herida.
Contemplo su dolor con la claridad de mis dones.

¡Oh, camisa!
Me ha sido denegado tu cobijo.

III.

Palpita mi útero.
Poderío ancestral.
Respiro. Invoco.

Abuela, Tía, Madre,
entran al dormitorio sin puertas.
En el pecho un collar de semillas
y un machete afilado en la mano.

Arrastran al hombre hasta el patio,
como animal dormido sobre la arena seca.

El miembro aún erecto
castrado a machetazo limpio:
rajadura férvida,
cuerpo desposeído.

Madre, Abuela, Tía
purifican con lágrimas el falo
que entierran con sus propias manos.

En su lugar,
reverdecemos nosotras:
árbol del pájaro en llamas.

Martha Valencia (Villavicencio)

Martha Valencia nació en la ciudad de Villavicencio – Meta (Colombia) en el año 1984, y es abogada de profesión. Hizo parte del taller de Poesía Ciudad de Bogotá – Los Impresentables 2024, y fue integrante del taller de escritores de la Corporación Cultural Entreletras. Sus poemas han sido difundidos a través de portales culturas y revistas digitales, entre las que se encuentran: Alter Vox Media, Soy Karmika, Sinergia Poética, Voces de Mujeres, Revista Kametsa, La Poesía del Prójimo, Santa Rabia Poetry. Sus textos han sido divulgados en la revista digital Amanecer Llanero del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Villavicencio, en sus ediciones 1 y 2. Ha participado en las antologías poéticas denominadas: Voces en el viento de la Editorial Zarracatalla Poética, Hágase el poema de la Editorial Tintapujo, y Rapsodia del Alma de la Casa Editorial Mítico.

DE LA VACILACIÓN DEL CUERPO

Noté una mancha carmesí
en mi costado,
la observé esta tarde al verme al espejo
¿Cuánto tiempo llevará posada
en mi espalda?,
¿qué otras huellas se han acentuado
en este recorrido espacial?
¡No me conozco! Exclamé expectante,
no lo suficiente,
no para alardear de los otros
rastros de esta vida…
No tanto, no siempre, no por ahora,
no me conozco.

Recorrí con mis manos los achaques
de este cuerpo;
esos que sobresalen.
Me olvidé por un instante
de los quehaceres apresurados
del mundo,
me sometí a mi juicio,
me vi, una y otra vez, me vi
–intenté reconocerme–,
di vueltas, me vi,
fijé mi atención en ese rostro
que se traslucía en el cristal,
en sus ojos sollozantes,
en el mensaje que transmitían.

No me conozco, me repetí,
y me hice eco
en esta habitación solitaria.

Nohora Viviana Cardona Núñez (Cali)

Nacida en Cali, inició allí sus estudios de letras en la Universidad del Valle. Tiene una licenciatura en Literatura, una especialización en Docencia Universitaria, dos maestrías en Literatura y un doctorado en Literaturas Hispánicas que culminó en 2014 en University of Ottawa. Ha desempañado su labor docente e investigativa en instituciones como la Universidad del Valle, University of Ottawa, Southern Utah University, Cleveland State University y Case Western Reserve University, donde trabaja en la actualidad. Su trabajo creativo y crítico ha sido publicado en Colombia, Canadá, España, Argentina y los Estados Unidos. Ha sido una de las ganadoras del Concurso de Poesía Voces Nuevas de la Editorial Torremozas en 2024.

DE LA CAÑA BROTA SANGRE

Cinco brotes
como una mano florecida
humedecen sus labios
con jugo de caña,
elevan en la brisa de los farallones
geometrías coloridas
que se baten con el viento
como masáis
pintados de guerra.
La tarde verde y lisa
sube en vahos
desde la tierra calcinada,
pero la risa adolescente,
hidrante en fuga,
se distrae con el canto de los barranqueros
y cree ver corderos blancos
en la casa de los lobos,
entonces Álvaro, Leider,
Jean, Jair y Luis,
semillas germinadas
en los vientres litorales,
en los ríos mullidos de sábalos y bagres
sobre la arena pesada y oscura,
sembrada de barequeras de manos doradas,
olvidan el sobresalto ancestral de la guerra
y las cadencias de los alabaos que sellan
el viaje final de sus abuelos,
de sus bisabuelos
y de todos sus linajes.
En la casa blanca, flanqueda por los lobos,
alguien ya ha decidido,
con saña animal,
sus destinos de flores difuntas.

María Ximena Hoyos Mazuera (Cali)

Docente e investigadora en lenguas y literatura en Cali, Colombia. Ha sido docente de lenguas extranjeras (inglés y español) en varias universidades por más de 25 años. 

LAS HILANDERAS
POEMA A LOS TEJIDOS

GUAMBIA
                                                                       Cauca, 1990

Tarde nueva
                                           empinada
                                          montaña.
desde el inframundo
se vislumbra el espiral
en forma de pandereta,
custodias de maíz,
fogones y hamacas.

Caminos de sol,
la mujer vela
su sonrisa de oro,
oculta bajo el kuarimpoto.

Sus dedos de aguja
arman el telar,
enhebrando el arcoíris
de su historia,
sus ojos versados
insignia de caracoles.

Mujer que esconde su placenta
en la arcilla del brasero
mientras teje,
su ajuar funerario.

CHINCHERO
                                                                                                                               A Carolina Huamán, 2004

                                                                       Por las fisuras de lana
brillan los ovillos
                                                  en acentos
de Huiracocha y
Cristos aindiados.

Indiecitas de trapo
como sus madres, tejedoras
que hermanan estambres
morados, fucsias y naranjas.

Sonríen hacia
las empedradas calles del Cusco.
Las lanillas planean
                                                                                       sobre mantas al viento
y las sabias de la urdimbre
tuercen los hilos en tintes
de aliso, añil y chilca.

Un desolado charango
custodia la trama,
de la mujer que apenas respira,
mientras termina de escribir
                                                                        con su ikat,
un camino de mesa.

IXCHEL

                                                                                                                                    Chichicastenango, 2009

Ixchel teje huipiles
sobre su cuello malherido,
                                             su corazón desgastado,
                                                                                                        su borde invisible
                                                                                                                                     urgido con el chumbe,
honrando
granos de polvo estelar.

Se sienta descalza
en el piso simétrico
de la casa colonial.

Enreda a su cintura
los hilos de las predicciones,
                                                                         sus ropajes rozan los pilares,
entretanto,
pinta el mapa de los zodiacos.

La diosa, borda glifos mayas
de serpientes, jaguares y venados
en el vasto y nocturno Atitlán.

John Raigoza (Cali)

Es poeta, editor y gestor cultural. Autor del poemario Réquiem (Fallidos Editores, Medellín), sus textos han aparecido en revistas como La Raíz Invertida, Tiberiades y Luna Nueva. Obtuvo el segundo puesto en el Premio Nacional de Poesía Casa Silva (2019) y el tercer lugar en el concurso literario Escritores Autónomos de la Universidad Autónoma de Occidente. Ha participado en antologías como La vida es bella (Escarabajos, en alianza con el Festival de Cine de Bogotá, 2019) y Morir en un país que amabas (Abisinia, Argentina; Escarabajo, Colombia, 2024). Fue poeta invitado en el XX Festival Internacional de Poesía de Cali (2020), en la XII edición del Festival Internacional de Poesía de Manizales y en el II Encuentro Internacional de Poesía en Xochimilco, México (2022). Es director del taller Alfabeto del Mundo y del sello editorial Hoja Seca. Actualmente es coordinador de la mesa de trabajo de la XXV edición del Festival Internacional de Poesía de Cali (2025).

AYER NO QUISE SALUDAR A MI VECINO

Andaba corriendo, apurado; no tenía tiempo para socializar.
Detenerse a decir: “Buenos días, vecino. ¿Cómo amaneció?”,
a mil seiscientos setenta y cuatro kilómetros por hora,
es salir despedido del ombligo del mundo.
Si me hubiera detenido, la Tierra no me lo habría perdonado.
Tengo cosas importantes por hacer.
En un universo observable de dos billones de galaxias, mi tiempo es oro.
El otro día leí que la probabilidad de encontrarme con mi vecino todas las mañanas
es de cinco por diez elevado a la menos veinticuatro.
El mismo libro asegura que es imposible ese encuentro.
Matemáticamente es inalcanzable que dos personas
coincidan en el mismo lugar y se crucen en este universo.
Pero claro, tal vez los números no se equivocan,
solo que no han aprendido a contar los latidos,
ni medir la hondura de un instante.
Quizá esta improbabilidad sea la fórmula secreta
con la que el universo se recuerda a sí mismo.
Y pensé que el otro también es un árbol
que guarda pájaros invisibles,
un gato que salta sobre techos húmedos,
una roca que acompaña los pasos de su propia senda.
Mi vecino no es alguien que simplemente está: es algo que me sucede.
Soy camino, y el otro es atajo para encontrarme.
El otro me ocurre como la brizna en la frente,
como una herida que no sangra, pero deja ecos.
Soy grieta que germina
Y empuja la tierra hasta tocar su luz
el otro es aire que me arranca del silencio
epifanía que me abre al mundo,
revelación que me siembra en él.
Mañana, aunque vaya a mil seiscientos setenta y cuatro kilómetros por hora,
me detendré.
Porque en un universo de dos billones de galaxias,
nosotros dos somos la improbable certeza
de que lo imposible insiste,
tercamente,
en suceder.

Mauricio Capelli (Palmira)

Escritor y gestor cultural; se ha dedicado a la investigación, a la promoción del patrimonio y de la lectura y la escritura. He publicado los poemarios Las formas del silencio (2011), Fantasmas de relojes y de tigres (2014) y Sonidos de la luz (2015); además los libros de crónicas El árbol de los espejos (2009), Palmira, Color y Palabra, antología de historia cultural (2011); A la luz de las luciérnagas, crónicas (2017); Más allá de la suerte, cultura de los corteros de caña (2018), y El encantador de mariposas (2019). Fue director del Centro Cultural Guillermo Barney Materón de Palmira. Actualmente es docente en la Escuela Municipal de Artes Ricardo Nieto, y dirije el taller de escritura creativa Casapalabras para un público infantil y juvenil y está vinculado a proyectos culturales independientes.

LAS ABUELAS

Las abuelas de ciprés conversan
esperando las cartas del sol

una de ellas carga a un niño,
otra se sostiene el corazón

dentro de estas murallas verdes
hay antiguas voces suyas
               que siguen floreciendo

ellas conocen los nombres verdaderos
                                                de estos muertos
y saben hacia a dónde se fueron sus infancias

hay una abuela que es una tortuga
                                           con un rostro de pájaro
y la que parece más adusta
es porque aún es una semilla

emerjo de esta tierra
para entrar en el triangulo que estas abuelas
                                             tienen en su frente
            y escuchar su breve oración de mariposas

paso por debajo de estos arcos,
             paso por el lado de sus faldas
y veo en las montañas a todas nuestras abuelas juntas
                                                          que se abrazan
sosteniendo mazorcas de maíz en sus cabezas

corro entre las cruces
                             jugando a ponerles colores a las flores,
llévales agua a los que siguen caminando
                                                                           me dicen
                                                y se quedan en silencio,
que sea yo quien tiemble en mi sueño
y que sea mi próximo pálpito todavía un secreto

verdísima alma circular
                             si soy otra vez un niño
o de nuevo este pequeño gorrión que apenas
                 se ha posado en tu hombro, abuela
para preguntarte con este silencio
                                           si me entiendes lo que sueño,
                si esta lluvia con la que me sostienes en los brazos
                al fin me ha reconocido.

(Cementerio José María A. Franco,
Tulcán, Ecuador)

Junior Adilson Pantoja Montoya (Palmira)

Lector, escritor, docente. Licenciado en literatura de la Universidad del Valle y Especialista en Escrituras Creativas de la ICESI. Ha participado en distintos festivales literarios y ha obtenido reconocimientos como el Premio Nacional de la Casa de Poesía Silva (2015) y el Premio Nacional de Poesía Inédita en el marco del Festival Internacional de Poesía de Cali (2022). Sus poemas se encuentran publicados en diversas antologías. Autor del Diccionario Salsero e integrante del colectivo cultural Salsa sin Miseria. Actualmente es docente de Escrituras Creativas en la Universidad Javeriana de Cali e impulsa el proyecto literario Acera de cuentos.

LAS TRANSFORMACIONES DEL ESPÍRITU

Tres transformaciones del espíritu os menciono:
cómo el espíritu se convierte en camello,
y el camello en león, y el león, por fin, en niño.
Friedrich Nietzsche

El Camello

Después de entrar por el ojo
de la aguja
se devuelve

Prefiere sostener todo el desierto
en su joroba

caminar sobre los vidrios
encendidos
que lo vean consumirse
en una pesadez innecesaria
pero íntima

Lentos son los pasos
porque su destino es la sed

Un doloroso ir
hacia ninguna parte

El León

Ruge la memoria
al recordar que su deseo
es conquistar el espejismo

Su reino
es todo aquello
que se pliega en la mirada

“Yo quiero”
amenaza en la obertura
del bostezo

Sabe que infundir temor
es razón inevitable
para estar a solas

El Niño

De su boca
nace el mundo

acurrucado
         indefenso

Contempla emocionado
la exactitud
del círculo de fuego
que danza
sobre el propio eje

Balbucea
horizontes frágiles

Es Dios
jugando a ser infante
y no lo sabe

Edinson Aladino (Palmira)

Es Doctor en Letras por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Artículos académicos de su autoría han sido publicados en revistas especializadas de América Latina y África y ha colaborado en capítulos de libros para universidades como la de Salerno, la de Padua o la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Entre 2021 y 2022 cursó un diplomado en Estudios Afrolatinoamericanos por la Universidad de Harvard. Hace parte de la Asociación Mexicana de Estudios del Caribe (AMEC) y del Circolo Amerindiano de Perugia. En la actualidad realiza una estancia posdoctoral en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Su obra poética forma parte de las siguientes antologías: Sonidos de gloria. Antología de poesía colombiana (Grupo Editorial Letras Negras, 2024) y El vuelo del tacto. Antología del día mundial de la poesía (Santa Rabia Poetry, 2025). Ha obtenido en Colombia el Premio Nacional de Poesía Casa Silva (2023). Recientemente publicó el poemario La prueba del jade (2024) por Buenos Aires Poetry.

EL MAESTRO Y EL TOKONOMA

El viejo sabio mira la pintura del tokonoma
como la seda del vacío
             —pequeño bosque de bambú—:
el niño montado en el búfalo de jade
                apenas toca el verde de los nenúfares,
                las hojas rojas de otoño
                                 sopladas sobre el estanque.
El viejo sabio rasga con las uñas el papel de seda
y se adentra en el tokonoma
            —conejo amarillo de la boca del espejo—;
las arrugas en el rostro desconchado
                caen en la jarra,
los bigotes humedecidos en el agua
                de arroz.
El viejo sabio deja la piel en el estanque
                y el niño le tiende la mano.
                No es el sabio quien cae,
                es ahora el niño que cabalga:
uno y otro son el mismo en el lomo del búfalo de jade.
                Por el estanque
                verdes nenúfares;
los enfilados bambús acortan su distancia,
ciñen el pequeño bosque ocultando el secreto.
                Por el estanque
                vuelan luciérnagas.

(Del libro La prueba del jade, Buenos Aires Poetry, 2024)

Arturo Hernández (Bogotá)

Poeta, traductor y docente colombiano, especialista en pedagogía. Su obra ha sido premiada e incorporada en publicaciones de importantes medios culturales y literarios, así como traducida al italiano, rumano, búlgaro, francés, inglés, griego, albanés y coreano. Es autor de obras como Olor a Muerte (2011; 2012), Breviario de lo incierto (2017; 2024), Presagios del insomnio (2025) y Terca materia inexacta (2025). Ha recibido el I Premio Literario Internacional Letras de Iberoamérica – Poesía (México, 2017), el IV Premio Nacional Plenilunio de Poesía ‘Leopoldo de Quevedo y Monroy’ (Colombia, 2023), el IV Concurso poético ‘Cezarina Dos Santos Álvarez’ (Uruguay, 2023) y fue finalista del XII Premio Nacional de Cuento (Fundación La Cueva, 2025). Dirige desde hace más de una década la Revista internacional de cultura y artes Noche Laberinto y la Editorial Toská.

VACÍOS INESPERADOS

«Lanzar, errar el tiro —estamos solos—
y aguardar las heridas bien certeras»

Juan Manuel Rodríguez Tobal

Transforma el deseo la oscuridad en cuerpo.
Yo, otro, rindo el mensaje de mi carne
con el fin de torturar la palabra
              menos inocente de mi espíritu.
Hablan las formas recreadas,
               hablan los cuerpos transformados3  
a las afueras de mi tristeza,
donde un animal borra su rastro
imaginando para sí otro pasado.
Nadie llegará jamás a confirmar si existe o no el mañana
              más que por el simple don de saber que falta—
              a la obediente arquitectura sospechosa
de todo lo incompletamente vivo—,
un infinito mayor al infinito.

  1. Este poema forma parte del libro La ruta del espejo; un poemario sobre el Mal de Alzheimer. Puede leerse en versión gratuita e integral en la Colección Libros Imposibles dirigida por EntreTmas Revista Digital y Agulha Revista de Cultura.
    https://www.entretmasrevistadigital.com/_files/ugd/baf34d_166a2c99a3544ecc8d28212417b60f33.pdf
  2. Los versos en cursiva corresponden a versos de Alejandra Pizarnik.
  3. Versos del poeta español José García Nieto.