Tres Poemas |
Manuel Cuautle

Las ángelas transitan
por las calles
de la pasión humana

le hacen el amor
a las putas
y a las amas de casa

la sombra
dueña de las ángelas
hurta la pluma más frágil
que ha caído en el vuelo
roza con esta
la espalda de las ángelas

roza el pecho
hasta el final del pubis

los ojos se les dilatan
y se les hinchan los labios

las ángelas
son apetitosas a la carne
y al fluido de la ciudad

la ciudad

perversa ciudad

Ángeles insurrectos, índole editores, El Salvador, 2013

El suicidio del caracol

Existe un pasillo
de ladrillos rojos
donde
en noches de lluvia
los caracoles
corren en el
tiempo

son fieles al desplazamiento
los excita

recuerdan
que son hermafroditas

se miran las antenas
y se burlan de los viejos
que pasan a su lado

tienen un caparazón
pletórico de truenos

que se libera
y penetra
en la profundidad
de los oídos

eterna venganza
al ser asesinados

cuando los aplastan
crean resbalones

se vuelven
parte de las suelas

especialmente
en los niños
para que sientan
el primer dolor
de la muerte

El suicidio del caracol, Tres Haches, Argentina, 2005.

 

CUAUHTEMOC: APOTEOSIS DEL TIEMPO

Cuauhtemoczin
Tlacatecuhtli
Xocoyotl
abuelo de nuestros abuelos

naciste bañado
en las tintas
de la sabiduría

tomaste el rojo
del día y el negro
de la noche

te escabulliste
entre los presagios
malditos
con la fuerza
del guerrero águila
que fuiste y eres

más aquellos
supuestos dioses
barbados

te quemaron los pies
sin saber
que tu cuerpo
podía prescindir de ellos

te quemaron las manos
y ya habías tocado
las letras del infinito
con las huellas
de tu valentía

te rasgaron las carnes
para que se te escurriese
aquello que llamaron alma
y nunca supieron
que descubrirían el vuelo
de la eterna presencia

te prendieron fuego
en la cabeza
y tu dolor
iluminó la noche

te golpearon con garrotes
para menguar tu fuerza
y sólo creció
el cadalso de la ignominia

te soltaron a los mastines
para que devoraran
la solidez
de tus músculos
y aún sin ellos
seguiste en lucha

te desnudaron
creyendo que expondrían
tus vergüenzas
y tu cuerpo deslumbró
a las mórbidas corneas
que nunca accedieron
a tus secretos

te ahorcaron
creyendo que tus pulmones
se extinguirían
sin dar el grito de combate
y estos para entonces
ya habían esparcido
la herencia
de tu lengua originaria

te colgaron de cabeza
y el mundo para ti
nunca perdió su forma

te decapitaron
y atravesaron tu bello rostro
en la rama de un árbol
cual trofeo de guerra
y sólo fue culto
a la estupidez
de tus torturadores

si el sol sigue naciendo
todos los días
es porque se alimenta
de la sangre que esparcieron de ti
los bárbaros
que cruzaron el mar
de la ignorancia
con la cruz de la avaricia
y el olvido

** Poema escrito en el año 2001 para la conmemoración luctuosa de Cuauhtémoc (28 de febrero de 1525) por parte del gobierno del entonces Distrito Federal, hoy Ciudad de México.

 

Manuel Cuautle (poeta, escritor, lector en voz alta y promotor cultural, México, 1971). Estudió Lengua y Literatura Hispánicas en la Universidad Nacional Autónoma de México y cursó materias de Actuación y Dirección Teatral en el Colegio de Literatura Dramática y Teatro en la misma universidad. Trabajó en el proyecto de fomento a la lectura organizado por el poeta Alejandro Aura en la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de México. Coorganizó los Jueves de Poesía en la Biblioteca Daniel Cosío Villegas de El Colegio de México. Organizó las Jornadas de Poesía y Poetas de América en Argentina en 2006 (Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires) y México (Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de México, 2009). Ha participado en la organización de la Feria Internacional del libro del Zócalo (2009/2012). Actualmente organiza y dirige el Festival Internacional de Poesía de la Ciudad de México, que se realiza en el marco de la Feria Internacional del Libro del Zócalo.