Cosechas
Mi padre era catador de vinos
esparcía las uvas
con elegancia entre las sombras.
Hubo un tiempo en que el trabajo era fresco
y el paisaje de las letras se iluminaba.
Mi padre se perdía por días
en los colores azulados de las tardes.
Traía fresas que eran uvas
pero no existían las fresas
y tampoco las uvas.
En una vida anterior
decía: tibias hojas
que adornan un patio.
Y levantaba mis brazos
con alegría.
Ciervos
En la casa abandonada
solo queda el cuarto del fondo
una sombra que bosteza
junto a otra
un león que se defiende con su escudo de armas.
Forcejeo con la oscuridad
y vuelvo a mi antigua cama
Cuando los ciervos de mi mente
terminan su pelea
una cornamenta cae al suelo
y otra vuelve a nacer en primavera.
Silvana Paola Suárez es una joven poeta de San Luis, Argentina que desde hace algunos años es profesora de Lengua y literatura.
Cuando se lee la poesía de Silvana desde la temática se pueden encontrar varias referencias a la vida cotidiana, el entorno y la naturaleza. En el primer poema seleccionado; <Cosechas> nos trae a presente al padre o mejor a la imagen de ese padre que quizá, ausente. Éste es un poema de corto aliento y versificado, que se puede leer de manera vertiginosa debido a que desde su estructura no está separado por estrofas. No obstante, es de lenguaje sencillo, pero profundo en que casi se puede oler o catar el vino de las cosechas en su territorio de origen. De pronto, contemplar rayar la tarde en medio de un viñedo o desde el patio en la casa de la infancia, (que talvez ya no exista). La duda de lo que persiste en el tiempo y lo que queda es la constante en los versos, como cuando al final evoca la nostalgia de los brazos de la niña, de esa niña que aún vive en las imágenes de un poema.
En el segundo poema; <Ciervos> se repite el contexto de los lugares cotidianos el entorno en que habitamos o que alguna vez lo hicimos, aunque tanto en forma y trae una sutil variación, que aunque en once versos sin una estructura definida, propiamente en estrofas, lo que se denota que los versos se han construido de tal manera en que se dejan espacios entre uno y otro, a manera si quisiera que la música y el ritmo en el lenguaje poético fuera más lento, es decir, evocando al silencio que en ocasiones es tan necesario en la poesía. Desde la temática se puede intuir que es un poema intimista, de lucha mental, como cuando la luz y oscuridad se unen en la hora ciega para que se alce el día o en las primeras hojas que brotan después de un largo invierno, y llega la primavera. Así, es como se siente el poema en el final, un poema de renacimiento.