Niels Hav. Dinamarca 1949

nielsEl poeta nórdico nos hace llegar este material, publicado en parte en la revista colombiana La nausea, para aproximarnos a su propuesta lírica relacionada íntimamente con el viaje.

 

 

Niels Hav es un poeta con dedicación. Su más reciente colección de poemas We Are Here ha sido publicada por la editorial Book Thug, de Toronto. Su poesía y sus relatos de ficción, han sido publicados en varias revistas y antologías; habiendo sido traducido al Inglés, Arabe, Español, Italiano, Turco, Alemán y Chino. Viajero en plenitud y amplitud, ha recorrido Europa, Asia y Norte y Sur de America.

La mala conciencia del poeta
(Entrevista a Niels Hav)

LC Bermeo Gamboa y JA Hernández Cajamarca

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Niels Hav

Hablemos de prejuicios: todos pueden criticar, y hasta burlarse, de su propia madre, pero no se lo permiten a otros, aunque hayan entendido el chiste. De ahí surge una de las falacias más socorridas por los resentidos para descalificar las posiciones críticas de cualquier persona, todo se reduce a este enunciado: “Usted no tiene nada de qué quejarse”. Este tipo de argumentación ad hominen, consiste en negar a otro la posibilidad de opinar sobre una realidad, que suponemos, él no ha sufrido ni padecido como nosotros. No importa con cuánto sentido común aprecie nuestra situación, todo viene de alguien que no comparte las mismas condiciones de miseria o fortuna que nosotros. El prejuicio está en la vida cotidiana, se hable de política o de poesía, y siempre se manifiesta con soberbia.

Hablemos de poesía: Niels Hav es un poeta danés, hombre feliz y acomodado, viajero empedernido cuya esposa es una destacada concertista de piano, a pesar de todo ello es un pesimista que con su sonrisa amarga va de una parte del mundo a otra dejando su modesto mensaje: “La poesía es una plaga peor que la gonorrea, una abominación terrible”.

Ante esto, no faltará quien venga a decirle: “Usted no tiene nada de qué quejarse”. Es la buena conciencia que vuelve a reducir toda discusión a los límites de su tragedia particular, ella reclama que semejantes afirmaciones sólo pueden esperarse de cualquier poeta americano, que en Colombia por lo menos hay motivos de sobra para quejarse. Pero le parece inaceptable que un tipo a quien nunca le han negado la visa, que vive en una nación pacífica y desarrollada, venga a dárselas de sufrido en la vida; si no ha vivido tan mal como nosotros, no tiene derecho a ser pesimista. Esta buena conciencia espera que un poeta escandinavo, cómo no, hable de Odín, de guerreros vikingos y sus épicas batallas en la nieve, de los fiordos por donde navegaban drakkars y snekars, además si es danés debe alabar como propio el legado de Hans Christian Andersen y recordarnos lo bello de sus cuentos.

Este poeta, sin embargo, no nos dice nada de esa mitología heroica, y si la buena conciencia se enfrenta con sus poemas podría salir herida. La poesía de Niels Hav habla del fracaso cotidiano donde todas las ideologías fracasan,suyas son las pequeñas tragedias que, desde luego, tienen esos héroes simplones, comunes y corrientes, como los que reconoce en uno de sus poemas:

La mayoría de la gente hace un esfuerzo
por vivir, 
y el que todas las mañanas decide
levantarse, merece respeto.

No importa estar en la cima o en el culo del mundo contemporáneo, que vivas en una sociedad próspera o pobre; para los poetas como Niels Hav es esencial la negación de una realidad impuesta por otros, no creen en la felicidad aparente que le venden, hay algo en ellos que les hace reprochar toda la ostentosidad del progreso, la vida aparatosa no es vida para ellos, los poetas asumen, como dice Gottfried Benn, que: “El pesimismo es el elemento de su creatividad”, esa es la voz que les dice que el sistema ha fallado, que de nada sirve que las estadísticas nos comprueben lo exitosos que somos, si en nuestra casa frente al televisor sentimos Eso:

Sucede que me da eso
cuando vemos las noticias, y hay niños en la sala (…)
La verdad del estado del mundo se filtra
por las paredes; los niños lo saben,
por supuesto, es su mundo –
el único que tengo para ellos.
Lo puedes ver en sus ojos;
no nos absolverán ¡Nunca!
Nuestras bromas son ineficaces,
el cinismo nos resta puntos.
Cada día se acumula más
de eso.

Así sucede diariamente, mientras nuestros líderes manejan el mundo y la buena conciencia los hace sonreír para ocultar su desesperación, mientras su optimismo quiebra, a esta hora en Copenhague, un poeta está preparando el desayuno a su esposa.

***

¿Cómo hace para ver la poesía en lo cotidiano?

No seamos pretenciosos, vivir es un circo brutal, frecuentemente nos rodean desastres –grandes o pequeños-. No necesitamos decorar eso con poesía y metáforas. Todos nos enfrentamos a la insensatez que insiste en invadir nuestras vidas e inundar el universo. Mientras la felicidad camine de la mano con aflicción y miseria, y monstruos carcoman la dispensa, y niños bailen a lo largo de la calle con inquietas expectativas, mientras eso suceda habrán elementos y condiciones normales para la poesía. Es lo que somos, es el terreno donde la poesía crece.

¿Cuál cree que debería ser la posición del poeta frente a las problemáticas sociales?

Servir es contrario a la naturaleza de la poesía. No es una obligación, pero el poeta puede por supuesto involucrarse en los problemas actuales, por más que él gestione –será como otro ciudadano-. Si el escritor también busca involucrar su poesía depende del enfoque, talento y oportunidades. La literatura nunca puede ser agitación, en su interior la poesía rechaza todo tipo de dominio. Ante todo la poesía debe ser arte, es un asunto de vida o muerte. Pero entonces: en algún tópico de la buena poesía podemos encontrar lo humanístico y lo ético -de forma explícita o implícita- puede ser una denuncia contra la explotación social, la violencia o cualquier tipo de crueldad política, destrucción de la naturaleza y el planeta.

¿Qué piensa del culto actual por la salud y el cuerpo, que sataniza  a las personas con hábitos y preferencias mundanas como cigarrillos y alcohol?

La muerte es un tabú. La salud física parece ser la religión oficial y el cuerpo el templo para su celebración. La esperanza de un nirvana terrenal y la felicidad eterna son una ilusión secular, algo frágil, y por eso los predicadores deben ser fanáticos. Dejémonos llevar con ellos y confiemos que el ascetismo y las renuncias garantizan una vida eterna. Infortunadamente, temo que estamos en una misión suicida.

En defensa de los poetas, es un poema donde hace una fuerte declaración, allí afirma que: “La poesía es una horrible enfermedad”. ¿Cómo podemos detectar que alguien padece de poesía? ¿Cuáles son los síntomas que la caracterizan?

Algunos de mis amigos se disgustaron con esa formulación, no todos los poetas están dotados con sentido del humor. Pero el hecho es que nuestra pasión por la poesía es una abominación terrible, perdemos nuestro tiempo cazando palabras. A menudo olvido hacer cosas útiles tratando de entender el misterio, con la esperanza de apresar un pensamiento, de articularlo adecuadamente. Lo síntomas son muchos: somos antisociales, variamos de una mirada ausente a una actividad frenética. Se necesita un poco de ironía con uno mismo para admitirlo.  

¿Cree que la poesía actual debería fijarse más en la cotidianidad, abandonar la abstracción de las grandes ideas?

Cada poeta debe encontrar su propia ruta a la cascada, y es él quien escribe lo que le pasa naturalmente en el caótico curso diario de la vida, ese es un buen camino. La tarea de la poesía es la vida cotidiana, pero no creo que la poesía deba abandonar nada, y obviamente las grandes ideas son necesarias para guiarnos en la confusión elemental. Lo que no me gusta es cuando la poesía se sumerge en una sentimentalidad abstracta y convencional que no tiene contacto con la realidad  de la gente común, de sus luchas diarias. El lirismo privado, la emocionalidad desenfrenada pueden ahogar la poesía.

¿Cuál piensa qué es el papel de las Instituciones estatales en el desarrollo de la cultura, cuál es el rol del estado frente al escritor, y del escritor frente al estado?

Puede ser saludable para la poesía –posiblemente no para el autor- oponerse a las instituciones políticas y a quienes tienen el poder. Algunos regímenes no comprenden la situación, ofrecen alojamiento y comida gratis a poetas encarcelándolos – son muy generosos, pero completamente idiotas -". Es deber del poeta ser un crítico del Estado, y es deber del Estado apoyar y proteger la cultura, financieramente y en cualquier forma posible. Una sociedad sana necesita del dialogo crítico. Líderes y políticos sabios entienden esto. Cuando se publicaron Las flores del mal,Baudelaire fue llevado a la corte y acusado de inmoralidad y blasfemia. ¿Quién era el emperador o el presidente de Francia en esa época? A nadie le importa, los políticos una vez más quedan en la región de la sombra, mientras el libro de Baudelaire continúa como una pieza maestra.

¿De qué forma cree que el fomento a la cultura contribuye al desarrollo de un Estado?

El arte no debe apoyarse sólo a nivel nacional; también ciudades, regiones y municipalidades se benefician con el apoyo al arte y la cultura. Buenas bibliotecas públicas, salas de conciertos, teatros, galerías de arte, y todo tipo de institución cultural, contribuye al bienestar de los ciudadanos. Esto fortalece una comunidad, la hace sana y procura un clima atractivo para los negocios, así estas ciudades, regiones y naciones podrán florecer. La cultura es una buena inversión; Gabriel García Márquez contribuye más al PIB, a la felicidad y el bienestar de Colombia que cualquier señor de la droga.

¿Cuáles son los autores que lo han influido?

Uno de los primeros poetas que me interesó fue Pablo Neruda. Cuando era adolescente vi un programa de TV en el que aparecía él, entonces fui impactado por un sueño salvaje: quería ser un poeta. Nuestra conversación me recuerda la importancia de Neruda, en mi confuso cerebro él es un viejo amigo familiar. Por la misma época conocí a Dostoievski en un libro escolar. Hay docenas de otros que me han influido, aprecio a Tomas Tranströmer, Czesław Miłosz y Elizabeth Bishop. Si puedo mencionar algunos autores daneses podrían ser Per Højholt y Peter Seeberg.

¿Ha leído algún autor colombiano, o qué autores de lengua hispana valora?

La literatura sur americana llegó tarde a Dinamarca. Estoy leyendo la última novela de Roberto Bolaño 2666 con gran placer. He visto unos pocos poemas de él y también me han gustado. Estoy limitado pues no puedo leer en español, es muy poco lo que pueda saber de los últimos autores. De los clásicos aprecio a César Vallejo -por supuesto a Borges, escribí un poema sobre él y Joyce que se titula: Sobre su ceguera-.

Ya he mencionado a Márquez. También está Octavio Paz, Alberti, Aleixandre y muchos otros. No olvidemos a Cortázar sobre quién Neruda dijo: “Quien no ha leído a Cortázar está condenado. No leerlo es padecer una silenciosa enfermedad de terribles consecuencias. Algo parecido a un hombre que nunca ha saboreado melocotones. Se hará cada vez más triste… Y probablemente, poco a poco, podrá perder el cabello”. Infortunadamente muy poco de Cortázar se ha traducido al danés, corremos el riesgo de quedarnos calvos.

¿Cuál es la palabra en danés que prefiere?

Estoy entre ømhed and sødme. Permítanme elegir sødme. No sólo es dulzura, es también alguien o algo que es entrañable y conmovedor, por su comportamiento o apariencia, por su personalidad. También se refiere a algo dulce en olor o sabor. Aprecio cuando las personas tienen esta cualidad.

Existe el prejuicio de considerar a los nórdicos como frívolos en el trato interpersonal ¿Qué nos puede decir al respecto?

Como todos los prejuicios este probablemente contenga una terrible verdad que estamos tratando de desplazar, porque en el interior todos los escandinavos arden. –Detrás de una fría fachada- una crepitante llama arde. Entonces uno debe ser cuidadoso de no quemarse la boca, ok.

¿Qué opina acerca de que uno de los personajes principales de Shakespeare y de la literatura entera haya sido un príncipe danés llamado Hamlet?

Una pregunta interesante. Shakespeare tenía una asombrosa habilidad encontrando el material para escribir tragedias que expresaran en un lenguaje sencillo pero profundo las emociones humanas. Posiblemente conoció daneses en Londres que le hablaron del mítico príncipe, sobre la locura de Hamlet y la melancolía de Ofelia –sin embargo- aunque esto representa rasgos esencialmente daneses, personas de cualquier lugar del mundo encuentran características de sí mismos en estos personajes. Todos lidiamos con encrucijadas invisibles: ¡Ser, o no ser, es la cuestión!

En una sociedad como la suya en la que existe un equilibrio casi perfecto entre Estado y población, donde el nivel de cultura es uno de los más altos del planeta, una nación  cívica  y pacífica; en esas condiciones, usted que es poeta ¿Qué criticaría de su sistema?

Shakespeare lo sabía, algo está podrido en el Estado de Dinamarca. Continúa así todavía, no todo está bien. Junto a la Unión Europea nosotros estamos en medio de una crisis financiera. Nuestra administración actual tiende a dejar los impuestos y las cuentas de cobro a los pobres y transferir las ganancias a los ricos, un Robin Hood invertido. Actualmente hay un intento repugnante por evitar las migraciones procedentes de las partes menos privilegiadas del mundo.

En países suramericanos, demos por caso Colombia donde tenemos un índice de lectura de 1.6 libros por año -una cifra mínima comparada a la de los países nórdicos dónde el promedio es de once libros por año- y a pesar de estos indicadores hay lectores y hay  poetas. ¿A qué atribuiría usted que a pesar de esto hayan lectores y poetas en estas sociedades pobres?

Sé que la realidad colombiana es complicada, y claro ustedes tienen lectores entusiastas y poetas fuertes que trabajan intensamente para reinventar la poesía y redefinir la identidad cultural colombiana. ¡Mi respeto! Confío que su gobierno encuentre formas para apoyar estas intenciones. Especialmente en países con una rica diversidad poética ese podría ser un fenómeno unificador. Confío en el futuro poder aprender más de poesía colombiana. El continente está en una creciente importancia en la economía global, y la literatura sur americana tendrá mucho por ofrecer en los próximos años.

En países como el suyo que subsidian  las personas que se dedican a la literatura y existen pensiones para escritores, la literatura puede ser una alternativa, en Colombia no existe nada parecido y las personas que se dedican a la literatura sobre todo los que hacen poesía tienen que ejercerlo de forma marginal porque si se dedican a esto no podrían sobrevivir. Es común en nuestro país el caso de poetas que han muerto en la pobreza y luego son valorados y enaltecidos como símbolos patrios ¿Cómo analiza esta situación?  ¿Y de qué forma animaría a los jóvenes  que en estos países pretenden dedicarse a la literatura?

De pronto el mejor consejo para dar en esas circunstancias a un autor joven sería que se suicidara. Muchos de nosotros a lo mejor hemos contemplado la posibilidad, pero desistimos. Este es mi consejo: espera un poco. Ve a dar una caminata, a jugar con niños, a visitar amigos, a besar cuando haya oportunidad. Añadan a esto escribir, escribir, escribir lo mejor que se pueda. Puede que milagrosamente nos demos cuenta que no ha sido completamente en vano, de todas formas es lo único que podemos hacer. Déjenme responder con un poema:

Ánimo

¿No es un pensamiento alentador
que en pocas décadas nosotros,
toda esta confusa época
con sus cínicos presidentes
de argumentos degastados,
de empalagosas presentadoras, periodistas superficiales
que completan el jubiloso coro del capitalismo
desaparecerán?          ¡Para siempre!
Nosotros podremos desaparecer.
Ellos desaparecerán.
Yo desapareceré.
Tú lo harás.
Todo desaparecerá.
¡Urra!

***

Hablemos con ironía: a los poetas, se ha dicho, los dioses dan pesares para que tengan algo qué cantar, llevando al extremo esta idea muchos de ellos tienen un pesimismo calculado y sin sentido del humor, una tristeza imitada bastante fácil de reconocer, ya que también quieren ser aceptados por la buena conciencia, su rebeldía es mero resentimiento pasajero. Muy lejos de estos afectados están los auténticos intérpretes del ánimo de su época, poetas como Niels Hav que han escuchado la otra voz que se escapa por las grietas de los discursos de poder, esa voz que delata el absurdo de la buena conciencia. Estos poetas lograron cumplir la única función que exigía Saitn-John Perse en su discurso de 1960: finalmente el poeta se ha convertido en la mala conciencia de su tiempo. Ya pueden entender por qué nunca serán respetados.

Nota: esta entrevista fue realizada originalmente en inglés y traducida al español por Julián Alejandro Hernández Cajamarca, quien también tradujo algunos de los poemas de la selección que se publican por primera vez en español.

 

16 poemas de Niels Hav

 

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