La «Biblia húmeda» de Rafael Courtoisie

rafael-courtoisieMariella Nigro, uruguaya como Courtoisie, nos invita a la lectura de esta obra preguntándose : ¿Qué hilo de lectura puede relacionar los libros La novela del cuerpo, Santa poesía y La Biblia húmeda, de Rafael Courtoisie? El doble referente es el cuerpo y el discurso poético.

 

 

 

SOBRE LA NOVELA DEL CUERPO

“El cuerpo entonces se encuentra con su nombre”
Jorge Arbeleche

“Doblo mi cuerpo en esta pluma atenta…”
Pedro Serrano

 “La poesía inventa un nombre que inventa
un hombre que inventa
la poesía”
Rafael Courtoisie

 

courtoisie-biblia-27i4b¿Qué hilo de lectura puede relacionar los libros La novela del cuerpo, Santa poesía y La Biblia húmeda, de Rafael Courtoisie?
El doble referente es el cuerpo y el discurso poético; en los tres se aborda, se invade o se acecha el cuerpo orgánico y sensible al tiempo que el literario, la corporalidad y la literariedad, con todas las conexiones y tropos posibles entre ambas categorías.

En La novela del cuerpo se exhibe el espectáculo del todo por la parte, el desborde semiótico del hondón del cuerpo, a partir de un relato fantástico, surrealista,  irónico y parabólico sobre un imaginario mercadeo de órganos, con su oferta y demanda de unos implantes bastos, anodinos y cutres a cargo del Mercado del Cuerpo Inc., relato cuyo humor negro y absurdo –como en los escritores surrealistas- no oculta el dolor (“El dolor es la pregunta. No hay respuesta para la pregunta del dolor”).

Bajo esa plétora de órganos, exceso y transgresión de La novela del cuerpo, como en la ‘novela’ Tajos, pervive o sobrevive la fuerza de la poesía de Rafael Courtoisie, el instinto del poeta por rescatar del relato -descartando por un rato el non sense y la abyección- la corporalidad de los significantes y los juegos de su escritura. A partir de la fragmentación y deconstrucción del discurso, se aboca en el Capítulo 5 a reparar (reconstruir) el viviseccionado cuerpo, como lo que en su integralidad es: “un edificio de materia donde mora el pensamiento”;o para adscribir, en el Capítulo 4, esos intentos ficcionales de disección y dispersión de órganos y fluidos (alegoría tal vez de las espasmódicas comunicaciones cibernéticas) a la “inmensa carne de sombra universal” de “la modernidad líquida” de Bauman.

En medio de esos tópicos que Fernando Aínsa ha identificado como los "provocadores violentos" en el "realismo sucio" de Rafael Courtoisie, inflexiones poéticas, cesuras literarias, reflexiones lingüísticas y filosóficas, al modo de Estado sólido, Caras extrañas, Umbría o Tajos, dan aire fresco al relato, redimen de las “debilidades de la estupidez del siglo XXI”, despresurizan la violencia de las alegorías.

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Rafael Courtoisie
En Santa poesía, no hay non sense ni plétora de órganos. Se admite, no obstante, que “algo fisiológico / provoca la poesía…” que perturba “il pensiero del estro”; y se advierte, con el extrañamiento y el estremecimiento que sufre un poeta traductor de poesía, lo que la tarea de transposición arroja: “la luz cardinal amanecida / del cuello de un pollo sin cabeza” (poema traducir a Simic /  que tradujo a Vasco Poppa).

Luego, como un aplicado Rouvière, el poeta afirma que “La poesía narra (…) la aventura extraña de los huesos / columnas del palacio vivo, los ríos / de linfa, de sangre, la danza / peristáltica, el alumbramiento / hematocitopoyético, las flores / del parénquima verbal”.  Es la ambigüedad y la anfibología de la poesía hecha cuerpo, un verdadero “cuerpo sin órganos” deleuziano; es la organicidad de la escritura con marcas escatológicas, aquí, por lo sagrado y soteriológico de una peculiar hagiografía.

Como en La Biblia húmeda, una boca, un seno, un pie, ajenos al mercadeo del cuerpo –expulsados los mercaderes-, buscando lo sagrado, cobran sentido por virtud del signo intertextual: “la sustancia verbal, el sexo del texto”. Con agudos epigramas, ensayos en breves versos, eróticas greguerías, el poeta se presenta como Juan el Bautista: “no tengo cabeza / tengo cuerpo. / Sólo (te) pienso”; o como un Lázaro redivivo: “me acuesto y ando”.
En otro texto en que Courtoisie problematizara el tópico cuerpo-poesía, reflexionaba: “En términos saussurianos, la anatomía humana sería sintagmática y la fisiología paradigmática. El texto es cuerpo. (…) Los cuerpos son prolegómenos, anuncios, nudos sintácticos donde comienzan a descifrarse los semas. El cuerpo es literatura.” (Prólogo de Umbral del cuerpo).

Rafael Courtoisie
Rafael Courtoisie
La escritura de Courtoisie interroga al mundo en torno al eje pasión/razón de la experiencia estética. En todos sus libros se erige, como sobre un tálamo, o un túmulo, la Poesía, santa o hereje, en el centro, en el sagrario del decir, en el eje del cuerpo, el cuerpo que “no es lo obvio puesto en escena, es decir: no resulta obsceno.” (Prólogo citado). Es sobre la identidad del ser que se cuestiona, sobre el drama del lenguaje en el cuerpo (poemas Vallejo es el hueso, Oral skills, Traducir a John Donne, de Santa poesía), sobre el drama del cuerpo en el lenguaje (poemas Don de lenguas, El Génesis, El milagro, El lugar santo, de La Biblia húmeda).
El cuerpo es agente y paciente de la poesía, y viceversa: “El libro del cuerpo está abierto. Solo hay que leer”.

Mariella Nigro
Setiembre, 2015

 

 

Referencias:

Rafael Courtoisie: La novela del cuerpo, Casa Editorial Hum, Montevideo, 2015.
Rafael Courtoisie: Santa poesía, El clú de Yaugurú, Montevideo, 2012.
Rafael Courtoisie: La Biblia húmeda, Cantalao Ediciones, Montevideo, 2008.
Rafael Courtoisie: Discurso corporal/ cuerpo textual (prólogo de Umbral de cuerpo, de Mariella Nigro, Colección Hermes criollo de poesía, Montevideo, 2003).
Fernando Aínsa: Confluencias en la diversidad. Siete ensayos sobre la inteligencia creadora uruguaya, Ediciones Trilce, Montevideo, 2011

 

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