Alma Velasco. Lucha Reyes, la novela

alma-velascoEn un interesante ejercicio interiorista, Flor Cecilia Reyes pregunta sin esperar respuestas a la autora de esta novela Me llaman la tequilera, de reciente aparición. Historia e imaginación recrean la vida de una de las más originales representantes de la llamada canción bravía: Lucha Reyes.

 

 

alma-velascoAlma Velasco nació en la Ciudad de México.  Estudió música, canto, idiomas  y teatro en el Conservatorio Nacional. Es Licenciada en Letras y Literaturas Hispánicas por la UNAM.
 Ha publicado poesía y narrativa tanto para niños como para adultos. Su novela más reciente: “Me llaman la tequilera”.
Tiene una amplia trayectoria en traducción.
Recibió el Premio Nacional de Traducción de Poesía del INBA,  la Medalla Gabino Barrera por la UNAM,  y el Premio Nacional de Poesía para Niños Narciso Mendoza.

 

 


Presentación del libro: Me llaman la tequilera, de Alma Velasco
Comentan: Eduardo Langagne y Eduardo Casar

5 de febrero de 2013, 5:00 P.M.
A LEER IBBYMEXICO
Goya No. 54, Col. Mixcoac, Tel.: 5211-0427

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Me llaman La Tequilera.
Lucha Reyes: la cantante que innovó la canción ranchera, de Alma Velasco.
Flor Cecilia Reyes

¿Por qué otra vez Lucha Reyes, Alma Velasco?
¿Qué te enamora en el desgarro de esa voz, el golpe de tequila que pega en el alma o los ojos tristes de una niña  en soledad?

En el espacio que tú le construiste, paréntesis de un volado, la voz de Lucha Reyes redime un tramo esencial del tiempo mexicano.
La moneda en el aire. Águila: vida. Sol: muerte. Entre el sol del ocaso y el del amanecer de Lucha Reyes, signada por la ausencia, la pasión y  la muerte, recobras con tu pluma,  el águila vital de un país que se desmorona y se reconstruye aferrándose a sus  señas de identidad, particularmente a su música.
Es la voz cercana, familiar, de palabras y decires cotidianos, quien nos acompaña en tu novela  con rostro de letra cursiva, inclinada a un discurso personal, un soliloquio obsesivo, confesional y a veces doloroso.

Ahí está María de la Luz Flores Aceves, la que no sabe con exactitud su fecha de nacimiento, pero que vive con asombrados ojos, el florecimiento del siglo XX, sin sospechar  que sería “piedra fundacional en la historia de nuestro canto popular… quien da a luz a la canción bravía, rasgo indeleble de la nacionalidad mexicana”.
Hilvanas y tejes, Alma Velasco, la “leyenda enmarañada entre velos de silencios y de mentiras”. Y nos presentas el lienzo de una vida singular en un contexto en el que se multiplican los datos y las anécdotas para dejarnos mirar la transformación de un México pos revolucionario, contradictorio y ávido de puntales que  lo argumenten.

Es evidente que la figura de Lucha Reyes, te sedujo desde distintas perspectivas, la anécdota personal de “La reina del mariachi”, tiene, en tu novela,  referencias históricas, políticas, sociales, en donde se multiplican los personajes; el medio artístico llega a las casas a través de la radio, la música, sus creadores e intérpretes, forman parte de la vida cotidiana de los mexicanos, el incipiente cine nos muestra algo que podría parecerse a nuestra esencia.

La ciudad de México es también un personaje que huele  y degusta, que se mueve y que canta. Una personaja, mejor dicho, que se interpreta a sí misma en su despertar cosmopolita.
Tu investigación puntual no omite datos. Indagar en las fuentes ha sido un trabajo de años, pero también en la entrevista personal con la gente cercana a Lucha Reyes, testimonios y anécdotas que te han permitido mostrar a tus lectores a una mujer de carne y hueso con sus debilidades y sus fortalezas, con su ángel y sus múltiples demonios. Y la certeza que, por tu formación de cantante, ya intuías; la disciplina inquebrantable de Lucha Reyes para entregar desde la entraña, una voz educada, pero con el coraje y la sapiencia para romper la regla y mover la emoción y el sentimiento de pertenencia en su público.

Nos ofreces además una buena parte del repertorio musical de Lucha Reyes, que hace las veces del sound track  de “La Tequilera”: A la orilla de un palmar, Cielito lindo, Las pelonas, Siboney, Dónde estás corazón, Pícaro tecolotito, La borrachita, Rayando el sol, La mensa, La Panchita, ¡Ay Jalisco! y tantas otras entrañables en su voz.
El jilguero, como tú llamas a la mujer de portentosa voz, capaz de imponer un estilo, fue también capaz de integrar al tequila, su demonio mayor, a la leyenda que la erige: “Forjadora de escenografías vocales inéditas, impensables, con desplantes de soldadera, juega igual a dirigir su canto a un hombre que a una mujer. Contadora de historias, historias tejidas con melodías que conmueven del alma popular, Lucha Reyes, es un parteaguas emblemático que le da un rostro nuevo a México.”

Me llaman La Tequilera. Lucha Reyes: la cantante que innovó la canción ranchera. Es, querida Alma, una novela necesaria; no sólo por la riqueza del personaje, no sólo como instantánea de una época, sino como objeto de reflexión identitaria, desde el lúdico punto de vista de tu estilo.
Diría Villaurrutia: “tiene el temblor artístico de una vida imaginaria”.

Casa de las higueras, Metepec, mayo del 2012

 

 

POEMA DEL ÍNDICE DE ME LLAMAN LA TEQUILERA
¿Al jilguero lo engullen las sombras?

primeros trinos del jilguero
alas nuevas para un vuelo incierto
el nido se queda vacío
            con las alas rotas

trinos después de la tormenta
el jilguero se transforma en ruiseñor
            el ruiseñor palidece

el ave se acurruca mientras pasa el vendaval

            el pájaro canta aunque la rama cruja
los trinos enlazados reverdecen
el ave vuela hasta la cumbre
            revoloteos en el árbol del cine

¿el silencio del ave escondida en la garganta?

 

 

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