Leónidas Lamborghini

Escritor, dibujante y promotor cultural de Canarias, Juan Carlos de Sancho, envía ésta que fue quizás una de las últimas entrevistas al escritor argentino, fallecido recientemente, y el homenaje en Madrid.

 

 

 

Adiós a Leónidas Lamborghini
Juan Carlos de Sancho

 

 

Considerado una de las voces principales de la poesía nacional, Lamborghini falleció a sus 82 años. Sus restos fueron velados en la Biblioteca Nacional. Admirado por Fogwill y Ricardo Piglia, entre muchos otros, es dueño de una obra prolífica y rupturista. Aquí, una de sus últimas entrevistas.
Juan Carlos de Sancho

 

LAMBORGHINI. "En la nueva poesía, los escritores recuperan la parodia, hoy está de moda", decía el autor de Las patas en la fuente. Carlos Maslatan
 

 

Leónidas Lamborghini está considerado como una de las voces centrales de la poesía nacional, aunque al comienzo de su carrera fue acusado de mancillar a la poesía por su inclinación a la parodia. Su obra es prolífica y admirada por colegas exigentes como Ricardo Piglia y Rodolfo Fogwill.

 

–¿Cuál es su visión sobre la poesía argentina actual?
–Debo decir que la palabra "actual"me asusta un poco. Estoy bastante apartado de la actualidad, porque si un poema me agrada o me entusiasma, no importa que sea actual o no. No importa la línea, no importa la escuela, no importa la historia del arte, y menos aun si se trata de un poeta mayor o menor. Lo que percibo en los poetas jóvenes es una ironía y un cinismo bien atemperados y bien alejados del lirismo que imperó, por ejemplo, en los años 40 y 50. Si tengo que dar nombres, me gusta la poesía de Bértola, Monteagudo, Casas, Rubio, Durand, Emiliano Bustos, Fernando Molle, Sergio Raimondi, la gente de las revistas Vox y El niño Stanton. Entre las poetas, suelo releer con gran placer a Irene Gruss, cuyos libros me parecen excelentes. También, hay varias poetas muy jóvenes cuyos trabajos me gustan mucho.

 

–¿Qué diferencia a la nueva generación de las anteriores?
–El panorama está movido porque hay rupturas. Estos jóvenes rompen con el verosímil de poesía –que pasaba exclusivamente por la lírica– y con la concepción del poema ya no como cosa sagrada sino como un espacio para la experimentación, sin más límite que la voluntad o la capacidad del poeta. En la nueva poesía, los escritores recuperan la parodia, hoy está de moda.

 

–Colocándolo casi en un rol de visionario, ¿qué caminos cree que tomará la poesía nacional en las próximas décadas?
–Es imprevisible: la ruptura parece marcar un determinado camino, pero la ruptura sutura y lo que fue cambio ya no lo parece y entonces es necesario volver hacia atrás para encontrar lo nuevo. Hay veces que para descubrir lo nuevo hay que volver a lo viejo, como decía León Trotsky. "Se trata de dar vuelta las viejas formas, como un guante", era su frase, citada por un poeta católico y conservador como T. S. Eliot, quien también dijo que Trotsky fue el único que entendió cómo venía la mano. En los textos de los poetas jóvenes percibo la ausencia de una épica. Con épica, me refiero a un poema que siendo poema –no propaganda– sea político, que recoja los conflictos actuales de la sociedad y los articule con el conflicto personal. Creo que esa carencia es un rasgo de la nueva generación, aunque no descarto que esté equivocado y sea yo quien no pueda percibir la presencia de ese elemento. Uno lee en estado de gracia o bien de desgracia. Cuando leés en estado de gracia, parás un momento y pensás: "Qué pavada estoy diciendo, si esto que creo que no está aparece en el poema de tal autor". No hay duda de que en los más jóvenes hay un lirismo, pero es despojado, muy distinto al de mi época. Despojado de todo colgajo lírico o, como dice el crítico y poeta Sandro Barrella, de "un lirismo narcotizado".
Hoy, los poetas exhiben un lirismo seco. Para expresarlo más gráficamente, los jóvenes bajan la poesía del cielo a la tierra.

 

–¿A qué poetas argentinos regresa como lector?
–Desde ya, me parecen importantes y releo las obras de Fogwill, Oscar Steimberg, Néstor Perlongher, Francisco Urondo y Osvaldo Lamborghini. Entre los ya no tan jóvenes, me interesan Daniel Samoilovich, Daniel Freidemberg, Pancho Muñoz y Daniel G. Helder. Entre los líricos, al que sigo con mayor placer es a Arturo Carrera. Yendo a los muy nombrados y los no tan nombrados, pienso que siguen teniendo vigencia Juan L. Ortiz, Oliverio Girondo, Leopoldo Marechal, Joaquín Giannuzzi, Ricardo Zelarayán y Hugo Savino. Pero hablando de rupturas y novedades, me interesan los gauchescos: ese  Bartolomé Hidalgo que sale de hacer endecasílabos e inventa el tono y el metro de los gauchescos, e incorpora esa risa nuestra tan particular, que está ahí no como mera burla sino para hacerle una grieta al muro detrás del cual se esconde la impostura. Y ellos (Bartolomé Hidalgo, Hilario Ascasubi, Estanislao Del Campo y José Hernández) fueron poetas políticos y de una gran originalidad, y esto no lo digo yo sino que lo detectó con gran lucidez Ezequiel Martínez Estrada. Insisto: me parece actual cualquier poeta que me produzca placer. De lo contrario, todo se vuelve muy aburrido: es la historia del arte, son los catedráticos, la gente que tiene todo muy ordenadito por influencias, líneas y escuelas y a mí eso nunca me interesó un carajo. Para mí, puede ser grande una línea como "mi corazón una mentira pide", que voy a recordar toda la vida aunque no sepa quién fue el tanguero que la escribió (N. de R.: fue Alfredo Lepera). Por último, si se puede hablar de miserias y grandezas de la poesía argentina actual, creo que estamos atravesando un momento en el que, paradójicamente, se escribe cada vez más y mejor poesía y, sin embargo, el género no tiene visibilidad ni en los suplementos literarios de los diarios ni en las librerías.

 

 

Leónidas Lamborghini con los diablos azules en Madrid

                                                                                 Juan Carlos de Sancho

 

 

Aquella noche del 28 de Diciembre de 2009, día de los Santos Inocentes, descendimos cautelosamente al Café Literario Diablos Azules, en la calle Apodaca/6 en Madrid. Procedente de New Jersey Hernán Fontanet  aterrizaba feliz después de haber escrito Modelo y su(b)versión en Lamborghini;  de Madrid la profesora y escritora Julia Barella, creadora de una Escuela de Escritura en la Universidad de Alcalá de Henares, venía de promover estilos y laberintos en la institución académica. Martin “Poni” Micharvegas, el  artista polifónico, el poeta underground argentino,  también se unió al grupo imaginando versiones sobre su panamá negro, su barba blanca y portando un fajo de poemas de Leónidas Lamborghini que había ilustrado al margen. Del Metro Bilbao subía el vapor de los avernos mientras Julio Cortázar dialogaba con Dante en los bajos de la Puerta del Sol*.

 
Me reuní entre farolas con estos diablos azules, ángeles caídos para la ocasión. Estaba recién llegado de las telúricas Islas Canarias, ávido por escuchar en primicia los poemas paródicos del gran poeta porteño, un artista empeñado en parodiar para no odiar, como diría Cabrera Infante. Admiro a los que se esfuerzan por rizar el humo del mundo desde la vivacidad humorística. Valle Inclán, gran paródico, comentaba que el humor era una forma superada de la inteligencia. Nos abrió las puertas de Diablos Azules Pilar Martínez con su revista Vesarte, la mejor manera de alistarse en su local  conspirador.

 

Estaba también en Madrid Graciela Torrecillas, la mujer de Leónidas, sorprendida del evento inesperado. Llovía a cantaros y el desconcierto y la pesadumbre le impidieron acercarse.  Seguía lloviendo y las calles eran espejos que reflejaban la emoción y la alegría de recibir una poesía que nos acercaba a las certezas  de Lamborghini: “El Modelo que no se critica te devora. El modelo te persigue, te manda a la hoguera. Además, la parodia desnuda la mentira de una perfección; el modelo se pretende perfecto y la parodia le muestra las imperfecciones… Lo cómico como un límite desde el cual se expresa lo trágico. Lo cómico como lo verdaderamente trágico de nuestra situación, especie de risa desahuciada. Lo trágico visto desde lo cómico… Relación burlesca con el modelo”

Fueron llegando diablillas y leviatancillos y Fontanet explicó los matices complejos de la obra de Lamborghini: “M i investigación aborda la poética de Leónidas Lamborghini, un porteño de ascendencia italiana y judía, que debe exiliarse por más de trece años en México. Su obra crea una exquisita red de significados e imágenes de la revolucionaria ciudad de Buenos Aires de principios de los años setenta en una atmósfera de nostalgia y terror que, a la vez, lo sobrepone, en un posterior movimiento superador, de las desventajas de la expulsión. De esta manera, con un sofisticado uso del lunfardo Lamborghini adopta una sugestiva y nueva perspectiva de la tragedia. Considero que este estudio contribuirá decisivamente a redescubrir la muy leída, pero poco estudiada obra del poeta”.

 

Mientras hacía de entrevistador accesible el respetable pudo conocer sin equívocos  la originalidad  más oculta  de la obra y vida del poeta argentino. Irrumpió entonces sobre nuestras cabezas una estrella ambarina, iluminando lo que iba a suceder minutos después. Ya estábamos con Leónidas, en plena travesura nocturna, cuando comenzó la lectura entusiasta de sus distritos poéticos. Julia Barella y Poni Micharvegas, recitando con ímpetu, conmovieron la noche madrileña, revelándonos la distinción de donde viene la independencia.

 

“Todo el infierno está en el limbo y no en el propio infierno” comentó un día Leónidas. Y el limbo era para Virgilio, contestando a Dante, “los que desean y siguen deseando sin la esperanza de poder cumplir sus deseos”. Ya salíamos del Café cuando el cielo de Madrid se llenó de diablos azules,  avivando la noche con sus presencias imposibles, divertidas, libres como Lamborghini.

 

 *Julio Cortázar: “Ya en Buenos Aires y en la juventud, el subte Anglo me había llevado a la  escritura, y recuerdo que al subir a la superficie mi primer impulso era entrar en alguno de los sombríos y viejos cafés del centro donde de alguna manera se mantenía ese clima de extrañamiento con relación a lo que me estaba esperando el resto del día”.

 

 

Homenaje en Madrid a Leónidas Lamborghini / Café Diablos Azules/ Madrid 28 Diciembre 2009