El tango según Lungo

Dice Ramón “Lungo” García que esta es una versión del tango y de su alma, el bandoneón.

 

 

 

CARLOS GARDEL Y EL TANGO

Ramon“Lungo” García

 

 

Vamos a hablar de dos temas muy adentrados en el sentimiento de los argentinos: Uno es el Tango y el otro es el cantor popular convertido en mito luego de su muerte, Carlos Gardel. Para entender cabalmente estos dos fenómenos, encararé una rápida semblanza sobre el nacimiento de esa danza popular luego devenida en canción, el contexto donde se desarrolló, el proceso económico, social y político, como así también la conformación de la población de Buenos Aires.
Luego entraré de lleno sobre la vida y obra de Carlos Gardel. Mas adelante haré un comentario sobre los falsos profetas que pronosticaron y pronostican la muerte del Tango y por último les dejaré un poema sobre Gardel y la percepción que de él tiene el protagonista, común a la mayoría de los argentinos.

 

 

TANGO: NACIMIENTO Y EVOLUCIÓN

 

Es bastante difícil y complicado establecer con exactitud la fecha del nacimiento del Tango. Son muchas las piezas del rompecabezas y algunas, lamentablemente, se perdieron. Pero gracias al esfuerzo inestimable y a la voluntad de los investigadores y estudiosos del tema, podemos decir y establecer ese nacimiento alrededor de 1870.

 

Ahora bien, no debe pensarse que fue algo espontáneo, ni producto de la inspiración de una sola persona….No… fue el producto de un proceso que llevó varios años, algo así como 20.
Los negros, morenos y mulatos, afincados en su mayoría en el barrio de Monserrat, en Buenos Aires, se congregaban en sus agrupaciones mutualistas o sociedades, conformadas para recaudar fondos que utilizaban para comprar la libertad de los esclavos que aún quedaban. En estas sociedades, además, se utilizaban para el esparcimiento de sus integrantes y de manera fundamental para el baile.
Horas y horas danzando al compás del tambor, le servía de ensayo a la comparsa que representaría a esa institución en los concursos de carnaval. Esas danzas sensuales, eróticas, no eran bien vistas por la gente “decente y principal” y a menudo tenía que intervenir la autoridad policial pretextando desórdenes y escándalos. Ese fue el caldo de cultivo de lo que en el futuro se popularizaría como Tango.

 

Cabe una reflexión sobre esa palabra Tango. Ya en 1836 Esteban Pichardo, en su Diccionario Provincial de Voces Cubanas, lo definió como: “Reunión de negros bozales para bailar al son de sus tamboras o atabales”. En Buenos Aires, a comienzos del siglo XIX, en 1802… “Los negros poseían una casa y sitio de tango donde, apartados del blanco, movían sus cuerpos al ritmo del tamboril”. Esto lo documenta Ricardo Rodríguez Mola en la Revista de Humanidades, publicada en la capital argentina en 1961. José Gobello sostiene que es probable que tango sea voz portuguesa introducida en América a través del dialecto afro-portugués.
Ya tenemos establecido el origen de la palabra y el germen del Tango. Veremos ahora como lo toma, lo adopta la población blanca. Es evidente que, si bien vivían en ámbitos distintos, en muchos aspectos las actividades cotidianas se compartían. Es así que el habitante blanco de los suburbios, de las orillas, “los orilleros”, compartían fiestas y juergas, siendo de ahí que toman contacto con la forma de bailar de los negros y la traslada sus propios lugares de diversión, sumándola y adaptándola a lo que ya venía bailando: mazurcas, chotis, vals, habanera y lo que se considera la hermana mayor del Tango: la Milonga..
Es de hacer notar que el negro danzaba en grupo o pareja, pero sin contacto corporal En cambio el “orillero” o “compadrito”, lo hacía en pareja y entrelazado. Le fue sumando su aporte en nuevos pasos, cadencias, cortes, corridas y sentadas, haciéndose cada vez más popular esa manera de bailar. Por lo general se bailaba en lupanares, prostíbulos y academias con mujeres alquiladas, que cobraban para bailar.

 

A estos lugares también concurrían jóvenes de las clases media y alta en sus noches de parranda. Fueron ellos, precisamente, los encargados de hacer conocer esta nueva forma de baile a sus propios niveles. Lo llevó a los pisos o departamentos de sus amantes, los llamados garconier’s , bulín o cotorros. De ahí en mas, nada ni nadie pudo detener la expansión del Tango, a pesar de la resistencia y rechazo de la sociedad “culta”, llegando incluso a Francia donde se pone de moda en los salones de la gente adinerada, logrando un éxito enorme y una gran cantidad de músicos y bailarines cruzan el Atlántico atraídos por esa aventura.

 

Fue tanta la controversia y el rechazo que causó en el sector mas conservador, que se llegó a pedir la excomunión de los bailarines por considerarlo una danza lasciva, erótica y obscena, llegando incluso hasta el Papa PIO X, el que luego de verlo bailar, no hizo ninguna objeción. Esto ocurría en 1913. Debido a esa gran repercusión en Paris y parte de Europa, es que en Buenos Aires se le empiezan a abrir las puertas de las casas de las familias pudientes.
Hasta aquí una breve semblanza de una de las vertientes del Tango, quizás la mas conocida, el Tango Danza. Ahora bien, ¿quiénes fueron los pioneros en la ejecución de la música para que se bailara el Tango ‘? Músicos populares, intuitivos, con poco o nulo conocimiento académico. Toman para sus composiciones formas musicales del momento y es innegable la influencia de la habanera y la milonga, ya que co-existieron durante los primeros años, digamos hasta 1890, en que ya va tomando su propia personalidad el Tango y sumando el aporte de músicos con conocimientos superiores, notándose esto en el crecimiento y enriquecimiento melódico.
Los músicos, por lo general tríos, tañían arpa, guitarra y violín y otros con arpa, guitarra y mandolín, no faltando algunos con flauta y clarinete y ocasionalmente algún acordeón. Más adelante se incorporan el piano, contrabajo y su majestad el bandoneón.

 

 

Un comentario

  1. Carmen Martínez Diez