Eunice Solís Hernández

eunice-solisNació en el D.F. en 1972. Cursó la licenciatura en biblioteconomía en la Escuela Nacional de Biblioteconomía y Archivonomía. Es comunicóloga y poeta por necedad.
Ha publicado en El Sol de México en suplemento cultural El Día, Generación Noventa y en la sección de espectáculos y ha participado en diversos recitales en la Ciudad de México e instituciones como IPN,  también participo en la Segunda Feria del Libro Ciudad de México en WTC.

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Coordinador de la sección: Guillermo Carballo

 

DHARMA

A Marcela Salgado Mackas

El viaje comienza
A las espaldas
De tu madre
De tu padre
Es el viaje de tu vida
En las horas
En los años.
 
Nada en el silencio
Se derrumba, solo la muerte
Es el nado infinito de la ingravidez.
 
Es la caricia de la paz
Del amo en el cobijo,
Del hambriento ante el sol.
 
Onda ecléctica en el ojo
Del pasado que es lluvia de invierno
Despierta el canto en el vuelo del águila.
 
Es el niño que sueña
Es el salto al presente
Lo que anuncia el futuro.
 
La sombra del monje
El templo vacío…
El caracol en el oído
De la esperanza en las almas.
 
Levanta mi cabeza de la ceniza
De la oscuridad dual,
De la conciencia construida
Llévame en la barca de las visiones.
 
Soy  orquídea de agua
Soy la antorcha en la cueva
Soy la bendición de la calma
Soy el murmullo en el viento.
 
Es la danza en los cuerpos
En la arena del desierto
Del árbol y la serpiente
Dios como un cirio en cosmos.
 
En la promesa perdida
Del perdón no concedido.
 
Es solo la mano en el pecho
Escuchando el corazón al cielo
Para que el día no muera…
 
No es el fin de la noche
Es la esperanza que nace,
En la media luna de la sonrisa.
 
Del  eco en el  beso
Y las miradas unidas,
Del amante que quiere
Y de los amigos que emigran.
 
Solo somos uno
Espejo cristalino
Lenguaje secreto.
Ley de savia
En los hechos.
 

 

 


LA  CULPA  LA TIENE LA POESÍA

A Jaime Sábines

La culpa la tiene Él  por haberse ido…
Por eso te amo a las tres de la tarde
En un domingo después de ir a la iglesia
Traicionando  a Dios y a mi madre.

Y entre cuatro horizontes mudos evadimos
Al tedio del lunes, martes y miércoles…
Para el jueves amarte, unos instantes si se puede,
Con la promesa de un beso hecho canción.

Después de todo la culpa la tiene Él…solo Él
Ahí donde esta; entre las palabra, sus versos
“Entre amargos animales, peatones y cucharadas de luna”
Nos rompen el alma, desnudándonos quebrando el miedo ante el amor.
 
“Con sus amorosos” y con  su “Yo no lo sé de cierto lo supongo”
Y por eso me tienes tendida como una hoja entre tus brazos,
Aquí en este Sitio de amor…Esperando un hijo cuando te miro,
Soy el árbol que espera que caiga la manzana madura
Del encuentro de anhelos y sueños.

En esté Horal  te digo: Te amo; a horas y deshoras
En la primavera del verano y el otoño de tus días por venir,
En la quietud del espíritu, en el anclaje de tu vida a mi lado.

En esta urgente necesidad de caricias,
Unidos en un beso largo como un río
Y dulce como un pan…

Entonces creó que existe la poesía y que Jaime;
Solo se fue con la “Tía Chofi” en algún crucero de oferta por Internet
O que esta jugando a las escondidas en alguna enagua de niña que solo busca poesía,
Y cuando se aburre de mirar el techo, usa a las nubes por tablero y pone por  piezas
Del ajedrez a las galaxias, satélites y estrellas.

Mientras se entera frente a su televisor celestial
Que los hombres hacen clonaciones y juegan a ser dioses,
Y se olvidan que la patente de la eternidad,
La tiene su  hermano, su hijo, su amigo, su padre Dios…

Olvidándonos del amor, de lo finitos y falibles que somos
Se carcajea de lo idiotas que somos y se pone a llorar provocando
Llovizna que nos invita a  mirarnos en  un charco de la ciudad.

Solo pido que le recuerdes a Dios que bendiga al hombre y lo guarde del mismo hombre
De desamor que le cobija  y de la  incomunicación mortal que lo devora
Y que los amorosos no dejen de leer poesía en algún hotel.

 

 

 

 

LA AMERICA

“América Latina
Para los latinos.”

A Eduardo Galeano

La vena aorta somos nosotros,
Rostro de cansancio postergado
Aliento de lucha guardado
En la bombilla de un quinqué.

Somos la mirada
De la esperanza
Ante la miseria
Ante la injusticia
Ante la muerte.

La historia de los vencidos
La historia del presente desgajada
Por los truhanes.

Como me dueles vida
Pero aquí estoy
Para arrebatarte
Cada bocanada de aire
Hasta el final.

Con la cólera
de llama en las venas,
Somos las voces en el silencio,
Que se rompen en un grito
De hastió, por el mañana
Ya fatigado como rueda
De tren en un día de sol.

Somos más que una raza
De bronce y oro,
Que un puño de tierra peleada,
O un mar negro agonizante.

Somos sueños de colores y sabores
De tradiciones en mercado,
De leyendas en ruinas místicas,
Somos más que masa homogénea,
Somos seres mágicos que creemos
En realidades, en voluntades que se unen.

En el dolor se sufre y desgarra la piel
Pero se goza nuestro corazón
En el canto y la música;
No son utopías bolivarianas;
Ni de pensadores de la pluma
Es el anhelo de todo hombre
Que piensa en una sola
¡América Latina¡

 

 

MALEDICTU

Empuñas la daga
De la crueldad,
En el herido corazón
De quién te quiere
Cual cordero blanco,
Y te espera tras
Las horas del día.

Te conviertes en el Señor
De la vacuidad
Dejándome en soledad.

Mientras te buscas
Sirenas hambrientas
De deseo por tu piel,
Para desgajarlas
Con tus palabras.

¿Quién te cree que eres?
¿Demonio o dios?
¿Que derecho tienes?
Ha calcinar la llama
De la esperanza
De sus almas.

Te maldigo tres veces
Desde la entraña de mi cuerpo,
E invoco a los querubes
Para que pagues con llanto de sal,
Hasta que te quedes ciego.

Jamás podrás encontrar la luz,
Mientras a tu sendero anteceda
El dolor que a tus hechos lleve,
Tirano sin paz, en tu regodeo de maldad
De soberbia y vanidad te consumas.

Mientras danzo frente al árbol
De tu nombre y te conjuro
Con la siete llaves del silencio,
Aunque vengas con los jinetes
Que te anteceden en la tierra.

 


 

INFERNUM

A tu espera…
De la rutina al tedio
En el abismo
De tus ojos,
Que han dejado
De hallarme
Entre las palabras.

 

¡El infierno en la tierra no existe ¡
Amor mió solo mió,
Porque te encontré en la cenizas
De mi cuerpo donde tu sonrisa
Me hizo vivir una vez.

Y entonces no baje al hades
Del odio del resentimiento,
Pero la fatiga por los deseos
No cumplidos llego a mí,
Y la fragilidad del llanto
Me rompe por las promesas.

De esas voces amantes
En la suave espera tornasol
Rescoldo amoroso del nuevo día
En los labios permanece.

¿Cuantas noches más?
Tú que callas en el frió olvido
De tu lengua que me llamaba
No basto con mirarte lo sabes.

¡Siempre más, muchos más¡
Hasta beberte y de mis huesos
El chasquido quede…con la evocación
De un café, un libro y tus ojos.
Por si acaso.

 

Die Zauberflöte

Hay ausencia en tus ojos
Y de tus palabras fuego
Pedazos de olvido
En tu memoria de mí.

Grieta húmeda estrecha
El pecho sangra por tus besos,
Jamás dados en la curvatura
De mis lunas al borde
De la locura del sonido
Incandescente de Mozart.

En medio una lagrima negra
La miel de la nada que resbala
Por mi espalda y se inclina
Tributándome en la desnudez
De mi alma que te canta,
A una sola nota impúdica
En la trémula mano del deseo.

Es la perla de mi corazón
La que ruega por no despertar
Del sueño de ser y estar
Tatuada en la mirada
De tus ojos, cobijada
En tus brazos y ser llena
De ti para siempre.

LA SONRISA.
¿Cómo será la sonrisa de Dios?.

Dualidad de luz y sombra
Hacen el amanecer,
No hay más futuro
Que el presente;
No hay más cobijo
Que sus alas.

La sonrisa de un ángel caído
Me cautiva, me somete
A los deseos míticos del paraíso,
Sus palabras témpanos
De hielo en primavera.

Consagrada en sus ojos
Me aliento de sus besos;
Enardecida flama soy
En laberinto de su piel.

Calló ante su sombra,
Y el tributo de mi cuerpo
Atado contra golpe de reloj,
Entre de negras amapolas.

Me viste de colores
Con la tibieza de la cera,
Me lleva de cielo a la tierra
Y me da por nombre Jezabel.

Mientras mil ángeles disputan
el botín preciado de mi alma,
en el juego del poder.

Yo no quiero más que amor
Que en el sur no encontré,
Y en el norte hallé a precio
De sangre en la cruz.

Quizás en el último minuto;
No tome el cáliz del desamor,
Y sea un ángel de luz
Teniendo piedad de mí.

 

 

ERAS FUEGO.
Un viejo amor…
En recuerdo
 de amistad queda.

En la biografía del deseo
Quedo tu nombre
En el rojo satín del ayer.

Eres, serás, antes
En mis labios decía,
En cada mirada
Que cruzaba contigo
En le roce de tus manos.

Ni sombra…
De lo que una vez soñé,
No sé donde esta
El que ame
Y hoy veo.

Como cíclope
Que vaga en la tierra
Llorando tu paraíso
Frente al sol que te seca.

Sin embargo
Rescoldo en la memoria
Del fuego que nos unía
En la ingravidez
De una esquina.

Cuando la sangre
Se agitaba y vivíamos
Con la mirada encendida.

Y entonces te digo
Que Platón tenía razón,
No hay mayor placer
Que ser el amante
Y que nada nos una
Para que nada nos separe.

 

 

 

 

JIRONES

Hechos jirones
Tu corazón sangra
En medio del silencio,
De esta oquedad
Que maldices
Pero la sufres
Y como exilio
Sucumbes en ella.

Huérfano de amor
Por el odio contenido,
Yo te abrigo…
Con la ternura
Y el olvido.

Beso tu cuerpo
Y lo paladeo
Como fruta
Recién cortada.

Espero el amanecer
En tus ojos…
Y saco tu alma al sol
Para que se ventile
Del dolor.

Mi niño, mi hombre,
Tirano mió…
Aquí estoy ante tus manos
Ante tu boca que me incita
A pecar con la que queda de mí.

 

LO BACIO DELLA MORTE
“Porqué el amor es
como un salto mortal ”

 

Beso de muerte
De ardiente pasión,
Contoneo de caderas
Y en la floresta…
Deseos y gemidos en un canto
Para los dioses de los amantes.

Nos bebemos todos los sueños
En éxtasis, queremos más,
Siempre más, mucho más,
Todos los tulipanes y su fragancia,
Todas las frutas y sus sabores.

Porque hemos nacido
Entre la montaña y el mar,
Más nos gusta el lado oscuro
De la luna en la perversión
Del juego amoroso que gozamos.

Y entonces volamos como ángeles
Con música de palabras
Tejidas en la epidermis,
Y nos llenamos como cántaros
El uno al otro con imágenes.

Que atrapamos en las pupilas de gato
Testigos mudos de nuestra entrega,
Que lamen una y otra vez, la sombra
De nuestra presencia…
¡Ay¡ quiero más, más, más
De esto llamado amor.

 

Eunice Solís
Eunice Solís

4 comentarios

  1. claudia contreras esquinca