Desde Ecuador, María Helena Barrera-Agarwal

Ma. Helena Barrera
Ma. Helena Barrera

estudiosa de la cultura y la literatura india o indú, nos envía esta colaboración sobre la escritora Mahadevi Varma, una poeta en Allahabad. Más allá de Rabindranath Tagore, hay una extensa nómima por conocer, sobre todo del reciente siglo XX.

 

 

Mahadevi Varma, Poeta en Allahabad

María Helena Barrera-Agarwal

mhbarrerab@gmail.com

La poesía india del siglo veinte no es un tema que se haya estudiado o difundido a fondo dentro de la esfera hispanoamericana. La variedad de sus estilos y escuelas líricas, la compleja e interesante historia de su desarrollo, las características que la tornan única entre las corrientes poéticas mundiales, son aspectos en su mayor parte fuera del alcance del lector de habla castellana. Las razones son muchas, incluyendo el difícil acceso a textos originalmente escritos en multitud de lenguas como el hindi, el bengalí o el punjabi.

El ejemplo de lo sucedido con el único gran poeta indio usualmente reconocido en nuestro medio, ilustra tal problema. Parte de la obra de Rabindranath Tagore se convirtió en referente esencial del acontecer literario en castellano por intermedio de las traducciones efectuadas por Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí. Sin embargo, ello solo fue posible gracias a que el mismo Tagore había traducido originalmente sus poemas del original bengalí al inglés. Fue de esa lengua que Jiménez y Camprubí lo vertieron al español.

Tal escenario, improbable y único, no se ha repetido en el caso de otros poetas indios. Notable es, por ejemplo, la casi total oscuridad en la que se mantiene la figura del también bengalí Jibanananda Das.  A pesar de ser autor de una obra tan remarcable como la de Tagore, el suyo es un nombre contrastantemente desconocido. Sucede lo mismo con Harivansh Rai Bachchan, alta cifra de las letras en hindi y creador de Madhushala (La Casa del Vino), cuya exquisita vena lírica evoca la de Omar Jayyam.  O con Faiz Ahmed Faiz, maestro de la versificación en urdu, celebrado por su admirable Naqsh-E-Faryadi (Impresiones).

Entre esos ausentes, y particularmente interesante por su eclecticismo creativo, se halla la escritora Mahadevi Varma (1907-1987). Varma es considerada la poeta más importante del siglo veinte en lengua hindi. Prosista de mérito, exploró la autobiografía, el ensayo y el artículo de costumbres. Pedagoga y filósofa de la educación, su actividad en tal campo impactó las vidas de incontables discípulos. Su contribución al feminismo de la India, expresada tanto en sus creaciones poéticas como en sus acciones desde el magisterio y la prensa, dejó una huella innegable. El explorar su vida y obra puede ser un punto de partida para profundizar en la historia de la literatura en hindi.

Orígenes y Estudios

Los nativos de Uttar Pradesh (UP), estado localizado al centro mismo de la India, usualmente se precian de hablar el hindi de mayor pureza sintáctica y estilística. Ese orgullo es aún mayor entre quienes nacieron en Allahabad,  uno de los mayores centros urbanos de UP. Tal ciudad ha sido desde siempre un centro religioso y político de importancia. Situada en la confluencia de los ríos Ganges y Yamuna con el mítico Sarasvati, cada diez años es escenario de la celebración del Kumbh Mela, ocasión en la que millones de personas celebran el río sagrado de la India.  Políticamente, Allahabad está estrechamente relacionada al movimiento de independencia indio, siendo cuna de la dinastía de los Nehru y de numerosos héroes de la resistencia anti británica.

Desde un punto de vista literario, el prestigio de Allahabad ha sido también sustancial. Su renombrada universidad ha sido vórtice de generaciones de intelectuales, que dieron impulso al renacimiento del hindi como lengua culta. A principios y mediados del siglo veinte, en tal ambiente, Allahabad fue el epicentro de un renacimiento esencial dentro de los anales de la literatura en hindi.

Mahadevi Varma nació en Farukhabad, UP, ciudad cercana a Allahabad. Varma pertenecía a la casta kayashta, la de los escribas.  La suya era una familia ortodoxa y, de acuerdo a sus creencias y a las costumbres de su tiempo, su abuelo ordenó su matrimonio cuando apenas contaba con nueve años de edad. También de acuerdo a la tradición, luego de la ceremonia, Varma regresó de inmediato a su hogar, donde viviría hasta alcanzar la pubertad. Se esperaba que entonces fuese enviada a casa de su esposo para iniciar su vida conyugal.

El padre de Varma, maestro de inglés, era hombre distinto a aquellos de su medio. Al percatarse del ansia de su hija por aprender, le concedió la oportunidad de instruirse, inicialmente por medio de tutores y luego formalmente.  Varma asistiría a la escuela de niñas Crosthwaite, en Allahabad. Tal institución, establecida originalmente en Lucknow en 1895, ofrecía una educación moderna bajo condiciones aceptables a la mentalidad ortodoxa: todo su personal estaba conformado por mujeres. Fue tal vez en Crosthwaite que la extraordinaria personalidad de Varma empezó a formarse. Lo cierto es que, llegado el momento de reunirse con su esposo, se negó terminantemente a hacerlo.

Lo revolucionario de tal negativa bien puede imaginarse, yendo como iba en contra de todos los preceptos sociales y religiosos de su era. La determinación de Varma, sin embargo, prevaleció sobre los mismos. Con la continua ayuda de su progenitor se dedicó entonces de lleno a sus estudios, siendo aceptada en la Universidad de Allahabad. Allí, en 1933, obtendría una maestría. Luego de graduarse enseñaría en pequeñas escuelas rurales, en un paralelismo que recuerda a Gabriela Mistral al lector de habla hispana. Eventualmente sería nombrada maestra y luego directora de la escuela Prayag Mahila Vidyapith, en Allahabad, institución creada en 1915 en Bombay y dedicada desde sus inicios al fomento de la educación de la mujer.

Un comentario

  1. maricruz patiño